No es del todo cierto que a los europeos sólo nos interesa si el gas llega o no llega a nuestras casas. También nos interesa saber quién impide que llegue como lo venía haciendo antes. Y me da en la nariz que el "tocapelotas" de Yushenko está jugando su baza de cara a las próximas elecciones en Ucrania, quedándose para consumo propio -su contrato de suministro de gas con Gasprom está vencido, extinguido y sin renovarse- el gas que está obligado a dejar pasar en tránsito para la unión Europea. Así pues, la andanada de advertencia a Yushenko. Y después, buscar fuentes de energía alternativa -la nuclear, por ejemplo- en la que la unión, o lo que quede ella -a España puede que le quede poco tiempo dentro, al paso que va la economía española- y trazados alternativos, que hagan innecesario el tránsito por las repúblicas ex soviéticas del Cáucaso, como Ucrania y Georgia. Por ejemplo, Mar Báltico a Polonia por el Norte, o por Estonia; y mar Negro a Rumanía, por el Sur. Y quedar a Georgia y a Ucrania sin el negocio del tránsito del petróleo y del gas ruso. Que vayan a pedir ayuda a su primo de Zumosol americano, al que sirven fielmente en su política de desestabilización de la región.

Esto es lo que distingue a los países europeos: el "progresismo" en su mayor exponente. Política de avestruz en conflictos y guerras y el poner la otra mejilla para que nos den todas en el mismo sitio. Huyyyy, qué miedo...que es Rusia. Al igual que con el Tío Sam. Pero ahí están todos como buenos títeres del imperialismo colaborando en esa farsa llamada ONU, donde el veto americano prevalece al resto de países. Pero nadie la abandona, porque, de lo contrario, nos quedamos sin las migajas de Tío Sam. Es la convergencia y la alianza de civilizaciones, creo.O, mejor dicho, la globalización, o sea, que nadie se mueva, que no sale en la foto.

Europa no tiene una política energética común adecuada. De España, mejor ni hablamos. Muy caro pagaremos los errores cometidos y las concesiones a verdosos, integristas ecológicos y terroristas. --> Y cuanto más tiempo transcurra sin dotarnos de una política energética bien diversificada, suficiente para competir en igualdad de costes para nuestras industrias y a salvo de peligros como los que se vislumbran, más caro lo pagaremos.

La UE es un entramado socialista y, por ende, cobarde.

Europa sigue siendo una fachada; no tiene personalidad y no se le considera porque en realidad no existe. Sólo existen los países miembros de la Unión Europea pero, Ésta, ni negocia ni les representa frente a terceros países. Si bien, debería crearse una política energética europea con el objetivo de tener un suministro de energía diversificado tanto de la procedencia u origen de la energía como de la clase o tipo de energía; habría que ponderar tanto el riego de corte de suministro como el de contaminación y el coste de consumo energético; por supuesto ello requiere una intercomunicación, sin trabas nacionales para la adquisición, distribución y atención al consumidor final. Mientras no sea capaz, Europa, de implementar una estrategia y política europea que los Estados miembros quieran respetar y ceder su cuata parte de soberanía, terceros países no entenderán que existe Europa. El problema de las relaciones internacionales aumenta, sobre todo en época de crisis como la presente; el proteccionismo y el protagonismo para no perder o recuperar el peso político en el ámbito internacional es una tentación excesiva para cada uno de sus miembros, sobre todo, en estos momentos.

Triste Unión Europea, siempre tirando piedras contra el tejado de los europeos.

Sebastian estará encantado de que no gasten en calefacción.

Ni Rusia ni los Islamistas como suministradores. Desarrollar fuentes de energía propias para cubrir al 100 por 100 las necesidades energéticas y dejarse de tonterías ecologistas.

Putin debe estar acojonaillo .UROPA: kaka nene.