EDITORIAL
9 comentarios Más allá de las derivaciones políticas e históricas que los atentados han tenido para toda la nación, es una cuestión de justicia elemental aclarar todo lo posible los hechos acaecidos en Madrid durante aquella fatídica jornada.
José García Domínguez
¿Qué clamaron esos indignados tras entregar aquel curita, Madrazo creo que le decían, el Gobierno vasco a la carcundia aranista de Ibarretxe?
Juan Velarde
La tensión social es muy fuerte, y la facilidad del triunfo de populismos es notable.
Pablo Molina
Los progres creen sinceramente que sólo una vasta epidemia de gilipollez congénita hace que existan todavía grupúsculos refractarios a aceptar la verdad revelada de la izquierda.
Agapito Maestre
Sólo hay una solución: producir más, reducir los costes, gastar menos y ahorrar.
Daniel Rodríguez Herrera
Según se popularicen sistemas de mensajería alternativos como Whattsapp o el Imessage que promete Apple para su próximo IOS y al ritmo en que los técnicos den su brazo a torcer, RIM se irá quedando sin mercado.
Juan Morote
Se ha abierto por parte de casi todas las autoridades públicas una puerta que rompe claramente el equilibrio entre los distintos titulares de derechos. A saber, la permisividad.
José Antonio Martínez-Abarca
Mientras el planeta examina las insuficiencias estructurales de la socialdemocracia para dar respuesta a la realidad, nuestro socialismo autóctono habla de que es hora de avanzar con paso firme hacia una izquierda que no gobernaría ya en ningún sitio.
Carlos Jariod
Es posible pensar que el movimiento de los indignados tiene que ver no tanto con la indignación general de los españoles ante la situación agónica de España provocada por el Gobierno, cuanto con una grave crisis de identidad de la izquierda española.
GEES
La intervención en Libia ha supuesto demasiadas tensiones en las cancillerías occidentales como para aventurarse en cualquier otro país. Más aún, todos parecen de acuerdo en no hacerlo.
José Carlos Rodríguez
Basta recordar nuestro derecho a la desobediencia civil. El Estado nos impone normas que lesionan nuestros derechos, cercenan nuestras libertades y nos roban nuestro tiempo y nuestro dinero.