EDITORIAL
El gobierno de Rajoy debería exigir a Mario Draghi juego limpio dadas las semejanzas de la situación de España e Italia, países que compiten para superar la crisis y cuya imagen hay que preservar con el fin de no perjudicar a uno en beneficio del otro.
Mikel Buesa
Al Honorable Mas le van fallando los argumentos económicos tradicionales del nacionalismo y ahora es desde las demás regiones de España desde donde se transfieren recursos para equilibrar las cuentas del gasto del Estado en Cataluña.
Amando de Miguel
Sigo recibiendo correos sobre el asunto de la "línea roja". Está claro que proviene de las tropas británicas en la Guerra de Crimea. José María Navia-Osorio (que vuelve donde solía; bienvenido) cita a un tal Russell, corresponsal en esa guerra.
Emilio J. González 1
¿Alguien cree realmente que se puede romper la Unión Monetaria Europea? En los mercados parece que predomina esa idea, pero, por lo visto, aquí nadie se ha parado a pensar seriamente en los costes económicos de la desintegración de la zona euro.
José T. Raga
Si se les quiere ofrecer financiación privilegiada a las Comunidades Autónomas, por lo que sea, quizá por ser políticamente conveniente, hágase, pero sin hacer referencia alguna a la solidaridad y menos aún a la justicia.
Pablo Molina
Sólo ante una pregunta el ministro ha flojeado de remos reconociendo la inquietud que pretendía disimular con sus afirmaciones anteriores. Ha sido cuando le han pedido que asegurara que España no iba a ser rescatada.
Zoé Valdés 1
Esta periodista me prohíbe que mencione su nombre. Cuando le pregunto por qué, me dice que porque tiene miedo. ¿Por qué? ¿No vivimos en un país libre? Reitero. "Es que hay mucho detrás de todo esto que la prensa está escondiendo", me comenta.
César Vidal 153
Mi deseo es contribuir a construir un presente y un futuro que conserven lo bueno y, a la vez, de una vez por todas se libren de todo lo malo que ha perjudicado terriblemente a España y a los españoles.
GEES
Por ahora China, India y Brasil siguen siendo potencias regionales, aunque con crecientes intereses globales. El cambio del centro de gravedad de la economía mundial también significa una redistribución del poder militar y de la influencia política.