Si González hubiera asumido la responsabilidad de rehacer un partido socialista español en Cataluña, no podrían llegar los separatistas hasta donde hoy pueden llegar.
Es, a fin de cuentas, un territorio gobernado por un grupo terrorista que dedica todos sus recursos a hacer una guerra –declarada 'santa'– contra Israel.
La llegada de Podemos y sus marcas blancas a algunos de los principales ayuntamientos de España ya ha empezado a generar un peligroso clima de inseguridad jurídica.