Esto es el comienzo de una serie de medidas destinadas a expandir el gasto público con el impulso decidido de Cs y el aplauso unánime de la desleal oposición.
Los que están decidiendo cómo será el mundo mañana no son los hispanos de Florida, sino son los afiliados a los círculos de Arganzuela, Móstoles y Moratalaz.
Lo malo es lo que aún se pueda empeorar nuestro actual y demencial modelo de financiación autonómica en el vano intento de contentar a los secesionistas.
¿Y qué hizo el Ayuntamiento que se jacta de desobedecer las leyes que le parecen injustas porque se debe, ay, al pueblo (no al de Berga sino al gentío)?
Miquel Iceta ha sido reelegido como líder. En su discurso, aparte de los chillidos en apoyo de Hillary Clinton, ha vuelto a proclamar que Cataluña es una nación.