¿Funcionará esa extravagante menestra de doctrinas inconexas, cuando no abiertamente contradictorias? Difícil saberlo ahora. Aunque lo más probable sea que no.
Si yo les dijera que uno de los enemigos políticos más encarnizados del actual presidente de los EEUU quiere parecerse a Trump, me dirían que estoy delirando.
Entre el dinero que los separatistas despilfarran y malversan y las inversiones que espantan, el 'procés' está arrastrando a Cataluña no sólo a la ilegalidad sino al empobrecimiento.