El personaje Iglesias es su peor enemigo en un debate en el que hay que mostrar cualidades que están en las antípodas de las que ha aprendido a desarrollar.
Transcurridas cuatro décadas desde las primeras elecciones libres, 'decadencia' es en mi opinión la palabra que mejor define la actual situación política.
Pese a disfrutar durante todo este tiempo de la ventaja de una divisa más débil, el déficit comercial del Reino Unido, lejos de disminuir, ha aumentado.
El error de Theresa May ha sido ese: no comprender que sus conciudadanos ya estaban listos para pasar página del 'Brexit' y hablar de políticas concretas.
El fenómeno es universal, evidentemente, y ahí está para eterno sonrojo de sus protagonistas la reciente histeria de los faranduleros yanquis contra Trump.
Europa tiene dos opciones: continuar por el camino que conduce al suicidio lento y doloroso o tomar medidas mucho más contundentes que las que criticaban a Israel.
He aquí una visión que contradice la imagen de la movilización entusiasta de los españoles en la contienda y pone en cuestión el relato heroico difundido desde entonces.