Dar a entender que el padre comunista de la Constitución era proclive al mal llamado 'derecho a decidir' demuestra una ignorancia de dimensiones enciclopédicas.
El personaje Iglesias es su peor enemigo en un debate en el que hay que mostrar cualidades que están en las antípodas de las que ha aprendido a desarrollar.
El castrismo sin guayabera es igual de peligroso, así que menos risas con el show de la parejita y mucho ojo: los fans de Irene Montero nos quieren democratizar.
Transcurridas cuatro décadas desde las primeras elecciones libres, 'decadencia' es en mi opinión la palabra que mejor define la actual situación política.
Al final de la jornada parlamentaria pareció, no que Iglesias hubiera perdido una moción de censura, sino que el presidente del Gobierno había ganado una moción de confianza.
Europa tiene dos opciones: continuar por el camino que conduce al suicidio lento y doloroso o tomar medidas mucho más contundentes que las que criticaban a Israel.
El error de Theresa May ha sido ese: no comprender que sus conciudadanos ya estaban listos para pasar página del 'Brexit' y hablar de políticas concretas.
He aquí una visión que contradice la imagen de la movilización entusiasta de los españoles en la contienda y pone en cuestión el relato heroico difundido desde entonces.