Lo que nos espera es la mediocridad de una legislatura fallida que, paradójicamente, debido a la inanidad de la izquierda, podría alargarse de manera desesperante.
Si la pregunta del referéndum la hubiera redactado un infiltrado liberal, su texto habría sido transparente: "¿Quiere ser súbdito obediente de una aislada república bananera?".
En esta España enferma de aldeanismo siempre acaba abriéndose un hueco para que algunos logren engañar a los incautos y, de paso, incluso hacer algún negociete.
Esta institución benéfica de indudable valor y merecidísimo prestigio es a día de hoy un barco que se adentra cada vez más en las tenebrosas aguas del populismo.