El mundo se ha vuelto loco, no hay otra manera de verlo. Imperan la imbecilidad, la ignorancia, la delincuencia, la criminalidad, el fanatismo; y todos tan felices.
Me produce una gran desazón el hecho de que, ante un tímido y protocolario Pacto Antiterrorista, algunos partidos nacionalistas o de izquierdas se nieguen a firmarlo.