Se trata de hacer que en Cataluña vuelva a regir la Constitución y de aplicar a todo el peso de la ley a los que la han dejado sin efecto en esas tierras.
–Démonos una pausa, Irene, amiga.
–¿Una pausa? ¿Por qué? ¿Ya no me quieres?
–No, Irene, no, pues para mí tú eres…
–¿Qué soy? ¡Dime qué soy, porque me intriga!
Sería una marrullería que los hispanoamericanos resentidos contra España pretendiesen realizar sus ideales indigenistas en los proyectos del nacionalismo catalán.