El agua se ha convertido en un argumento para la lucha política entre comunidades autónomas. Ningún partido se atreve a abordar este grave problema nacional.
El español, ¡fuera! Dicen que por ajeno e impuesto, pero en realidad es por peligroso. Porque la lengua común de los españoles entraña un peligro: es común.
La jauría mediática que ha convencido a la media Cataluña bajo la bota de la otra media de que no tenía ni siquiera derecho a protestar dice que hay dos Cataluñas que no se soportan.
Hace unos años ya le dediqué un ovillejo a Suso de Toro, autor de una biografía hagiográfica sobre ZP. El caso es que ahora Suso se dedica a alentar el separatismo catalán.