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Carlos Semprún Maura

Un pesimismo moderado

El ex jefe oculto de los GAL, Felipe González, ha saltado al ruedo en defensa de Sarkozy en un artículo publicado en Le Figaro, poniendo el ejemplo de España, que forma parte de ese estado mayor, lo cual no nos impidió retirar nuestras tropas de Irak.

Se dice que el presidente Obama quiere negociar con los talibanes moderados y todo el mundo le aplaude desde los medios europeos, incluso lo hace el presidente afgano Hamid Karzai. Pues resulta que no existen talibanes moderados, la expresión carece de sentido, es como hablar de nazis moderados o de leninistas moderados. Algo muy diferente sería si se tratara de negociar con los jefes de tribu –con mucho poder en ciertas regiones– opuestos a la presencia de tropas extranjeras en territorio afgano pero que no son talibanes e incluso han guerreado contra ellos (y han perdido). Pero Obama, al mismo tiempo que habla de negociar, envía nuevas tropas norteamericanas y exige a la OTAN que haga lo mismo. Me temo que esas "negociaciones" se convertirán en el cuento de nunca acabar.

En relación con la OTAN, precisamente, la decisión del presidente Sarkozy de reintegrarse en el estado mayor militar de la Alianza va a someterse a votación en el Parlamento francés estos días. Los socialistas y los "chiraquianos" están en contra de que se anule la decisión tomada por el general De Gaulle en 1960 para reafirmar la independencia de Francia y su soberanía militar. Curiosamente, el ex jefe oculto de los GAL, Felipe González, ha saltado al ruedo en defensa de Sarkozy en un artículo publicado en Le Figaro, poniendo el ejemplo de España, que forma parte de ese estado mayor, lo cual no nos ha impedido retirar nuestras tropas de Irak. Se puede estar en la OTAN y actuar contra la OTAN, viene a decir. Con lo cual todos los pesimismos son realistas desde el punto de vista de la situación internacional.

Un suceso agita a los medios galos mucho más que a la opinión pública: una francesa, Florence Cassez, ha visto confirmada su condena a 60 años de cárcel en México por complicidad en un gangsteril asunto de secuestros. Fue la compañera de un bandido secuestrador, pero siempre ha declarado ser inocente e ignorar las actividades de su compañero. Con motivo de la visita oficial de Nicolás Sarkozy a México, los medios galos esperan que obtenga del presidente Felipe Calderón la transferencia de Florence Cassez a una cárcel francesa e implícitamente todos esperan que no pase su vida en la cárcel. ¡60 años!, porque siendo francesa no puede ser culpable. En cambio, los medios y la opinión pública mexicanos están que trinan, ¿con qué derecho va a meterse Sarkozy en los fallos de la justicia mexicana, libre y soberana? Yo, claro, ignoro si es inocente o culpable; pero que ella se declare inocente no es bastante. En estos momentos de guerra contra el narcotráfico, las mafias y los bandoleros en México, la "mano dura" parece estar justificada para las autoridades mexicanas. Pero 60 años son demasiados.

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