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John Stossel

Inmigración libre pero con reglas

Como liberal estoy a favor de las fronteras abiertas. Pero Estados Unidos tiene un Estado de bienestar y, como señalaba Milton Friedman, no se puede tener a la vez fronteras abiertas y un Estado de bienestar.

La Administración Obama dice que propondrá la reforma de la inmigración el mes que viene. Como liberal estoy a favor de las fronteras abiertas. Pero Estados Unidos tiene un Estado de bienestar y, como señalaba Milton Friedman, no se puede tener a la vez fronteras abiertas y un Estado de bienestar. El terrorismo es otra razón que le resta puntos a la demolición de fronteras. No podemos abrirlas cuando quieren matarnos. Así pues, ¿qué podemos hacer?

"Desplegar aquí a efectivos bien armados", decía Robert Little Dog Crooks, autoproclamado policía fronterizo. Crooks lidera a los Mountain Minutemen, un colectivo civil de vigilancia de fronteras que intenta impedir que los ilegales entren en el país: "Hay que controlar estas fronteras. Estamos en guerra", me decía en mi programa especial de la ABC Rescates e inversores. 

El Congreso decidió que la mejor forma de proteger Estados Unidos es levantar una costosa barrera. Cuando esté acabada a finales de este año, tendrá una extensión de 670 millas a lo largo de toda la frontera mexicana. Pero la barrera no va a parar a los ilegales. Al fin y al cabo, nuestra frontera tiene miles de millas. "El contrabandista inteligente no va a ir donde estén los agentes de seguridad", aclara Crooks. Fuimos en coche por un túnel sin vigilancia que desembocaba en México y volvimos en sentido contrario. "¿Dónde está el Ministerio del Interior? ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?", me inquiría.

Puede que la barrera dificulte en algo que los inmigrantes crucen la frontera, pero el jefe de la patrulla fronteriza de San Diego, Michael Fisher, reconoce que los ilegales siguen saltándosela. Una encuesta realizada entre miles de personas que acudieron a la frontera de México con Estados Unidos para tratar de cruzarla ilegalmente, concluía que nueve de cada 10 lo lograban.

Pero aun cuando construyéramos una barrera impenetrable, sólo solucionaríamos parcialmente el problema. La mitad de los inmigrantes sin papeles no ingresaron de manera ilegal. Vinieron aquí de manera legal y se quedaron por más tiempo de lo permitido por el visado estudiantil o de turista. Los terroristas del 11-S hicieron eso. Una muralla no los habría detenido.

"No sé cómo la gente no se da cuenta de que esa estúpida barrera es una pérdida de dinero", señala Drew Carey, cómico y presentador de televisión que hace poco descrubrió los beneficios de la libertad y se plantó como voluntario para presentar algunos fragmentos de Reason TV en internet. Y tiene su teoría de por qué Estados Unidos ha construido la barrera: "Los contratistas sacan dinero de los políticos a los que habían realizado donaciones, y los políticos pueden vanagloriarse de mantener una postura firme contra la inmigración ilegal".

Desde luego, a los políticos les encanta dar la imagen de duros. El representante Steve King, un republicano por Iowa, quiere electrificar la barrera. "Con el ganado ya lo hacemos", explica King. ¿Tengo que explicarle por qué los mexicanos no son ganado? Y esto me lleva a plantearme lo siguiente: si es bueno amurrallar nuestra frontera, ¿por qué sólo un tercio de la mexicana? ¿Qué pasa con la frontera del norte? El año pasado, se sorprendieron a más personas de Oriente Medio que querían cruzar ilegalmente la frontera por Canadá que ilegales se apresaron en la mexicana. Pero es que aun cuando bloqueemos la frontera con Canadá seguirán habiendo numerosos agujeros en las costas este y oeste. ¿Debemos llenarlo de militares?

"No sea idota. Nadie sugirió nunca hacer algo malo", me decía el ex candidato presidencial y congresista Duncan Hutner. Él presume de haber construido la barrera a la altura de San Diego. "Creo que el mensaje es éste: John, si quieres entrar en Estados Unidos, ten en cuenta que tienes las puertas más abiertas del mundo, pero hay que llamar y entrar por la principal".

Pero como observa Drew Carey, Estados Unidos tampoco pone las cosas fáciles para llamar a esa puerta. "Es muy difícil obtener un permiso de residencia temporal por motivos de trabajo. Los trámites burocráticos son muy numerosos y resulta mucho más fácil cruzar la frontera. Deberíamos cambiar de modelo: si quiere un trabajo, venga y trabaje".

Estoy de acuerdo. La mayoría de los inmigrantes quiere venir a trabajar. Ocupan empleos que pocos estadounidenses desean. Pagan impuestos. Muchos respetan la ley. Debemos facilitarles hacerlo también de manera legal.

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