He hablado varias veces del "politiqués" (el dialecto o jerga de los políticos). Pero la innovación tiene tanto éxito, se ha ampliado tanto, que mejor sería decir "sociatés" o incluso "socialistés". Tanto es su éxito con las personas que triunfan socialmente o están a bien con el Gobierno actual. Voy a dar algunas pistas para ponernos al día en esa jerga que tanto ayuda a triunfar.
Primero, antes de ponerse a hablar hay que estar dispuesto a comerse algunas sílabas o incluso palabras enteras. Eso es lo que hace, por ejemplo, Leire Pajín. No es sólo cuestión de ideologías. También ha sido un rasgo inveterado del discurso de Manuel Fraga. Hay otras muchas ilustraciones.
Pero vamos a la sustancia. El politiqués o socialistés se distingue por dejar caer algunas palabras con un sentido peculiar. Ejemplos para empezar a construir un pequeño diccionario de bolsillo:
Palabra |
Sentido que se le da o con preferencia a |
---|---|
ajuste |
desajuste |
ámbito |
lugar, sector, círculo, espacio |
apuesta |
objetivo (nada tiene que ver con el sentido de los juegos de azar) |
balance |
número de heridos o de fallecidos en un accidente u otro suceso desgraciado |
climatología |
clima, tiempo atmosférico |
cuando menos |
por lo menos, como mínimo |
desafío, reto |
problema, dificultad, estímulo (siempre en sentido ponderativo) |
diálogo |
pacto, consenso (palabras igualmente preferidas en la jerga) |
global |
general, mundial |
importante |
bueno, serio, esencial, principal, primordial |
poner sobre la mesa |
discutir, conversar |
Por supuesto |
ciertamente (pero no suele ser así) |
prioritario |
primordial, principal |
química |
buena relación |
referente |
modelo, algo que debe ser imitado, algo excelso |
reflexión |
pensamiento (normalmente muy vulgar) |
sintomatología |
síntoma |
tipología |
tipo |
yo |
(se insiste en ese pronombre aun cuando no sea necesario introducirlo) |
Como puede verse, la jerga politiquesa o socialistesa no consiste tanto en nuevas voces como en dar un sentido nuevo a las antiguas. Lo fundamental es dejarlas caer muchas veces en una conversación o en el discurso. Las palabras que se prefieren en ese diccionario especial suelen ser polisílabas. Cuando se juntas varias de ellas se pueden construir oraciones altisonantes y que impresionan mucho. Por ejemplo, "nuestra apuesta pasa por poner sobre la mesa una reflexión prioritaria con un referente global".