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Juan Ramón Rallo

Madrid, capital mundial del oro por un día

Si el oro sólo tiene una función ornamental y actúa como un bien de lujo, ¿cómo es posible que se revalorice durante las crisis económicas? ¿No deberíamos todos en esos momentos vender el oro a cambio del dinero oficial que nos ofrece el Estado?

¿Por qué el oro se convirtió en el dinero de Occidente? ¿Por qué es la base de la que no puede prescindir ningún sistema financiero viable a largo plazo? ¿Por qué los gobiernos han mantenido históricamente una actitud hostil hacia el oro? ¿Cómo se fue produciendo, taimada y veladamente, la expropiación del oro de los particulares por parte de los Estados? ¿Cuál es el papel que juega hoy en día el metal amarillo? ¿Cómo, por qué y dónde invertir en oro?

Todas estas y muchas otras preguntas se plantearán y resolverán en el Gold and Silver Meeting que se celebrará en Madrid el próximo 18 de junio y donde tengo el honor de compartir cartel con figuras tan internacionalmente conocidas como el profesor Antal Fekete, el inversor James Turk y los empresarios Hugo Salinas Price y Vern Rampton.

Cada uno desde su ámbito, experiencia y conocimientos tratará de arrojar luz sobre las anteriores cuestiones que, en buena medida, definen la situación y el futuro de nuestro sistema monetario y financiero.

Puede que usted crea que el oro es cosa del pasado y que ha dejado de tener cualquier tipo de utilidad monetaria. En parte estará en lo cierto: los gobiernos de todo el mundo odian el oro y han intentado romper cualquier vinculación que su dinero de curso legal guardara con él.

No voy a intentar convencerle de lo contrario porque en ese caso se ahorraría venir al Gold and Silver Meeting, y lo cierto es que el resto de ponentes podrán exponer estos asuntos con mucha más maestría que yo.

Sólo déjeme plantearle alguna pregunta que quizá le lleve a cuestionarse esos dogmas tan establecidos sobre la inutilidad del oro y que tal vez le animen a pasarse por las conferencias.

  • Si buena parte de la demanda de oro se derivaba de que actuaba como respaldo del dólar, ¿por qué entonces el 60% de todo el oro que se ha producido en la historia de la humanidad se ha extraído a partir de 1971, cuando se rompió la vinculación con el dólar?
  • Si el dólar es dinero y el oro no lo es, ¿por qué cuando en 1971 Richard Nixon abandonó el sistema de Bretton Woods (que establecía la convertibilidad entre el billete verde y el metal amarillo) el precio del oro pasó del entorno de los 35 dólares por onza a 800 en unos años? Al fin y al cabo, si el dólar y sólo el dólar es dinero y buena parte de la demanda de oro se derivaba de actuar como respaldo al dólar, ¿por qué fue éste quien se depreció y no el oro?
  • Si el oro es una inversión como cualquier otra (o incluso mucho peor que las otras), ¿por qué ha sido el único activo junto con la deuda pública que no ha perdido valor, sino que lo ha ganado de manera considerable, durante esta crisis financiera?
  • Si el oro sólo tiene una función ornamental y actúa como un bien de lujo, ¿cómo es posible que se revalorice durante las crisis económicas? ¿No deberíamos todos en esos momentos vender el oro a cambio del dinero oficial que nos ofrece el Estado? ¿En las crisis nos refugiamos en los lujos?
  • Si el patrón oro se abandonó porque era un mal instrumento para evitar las quiebras bancarias y porque cada vez el metal amarillo resultaba más escaso, ¿por qué el sistema bancario mundial ha vuelto a quebrar durante la actual crisis y por qué en la actualidad hay más oro per cápita que en pleno s. XIX cuando estaba en su apogeo el patrón oro?
  • Si el oro es el mejor dinero posible, si los individuos, pese a los Estados, siguen acudiendo masivamente a él en tiempos de incertidumbre y los motivos que nos han vendido los políticos para abandonarlo son falsos, ¿por qué el mundo utiliza actualmente un dinero fiduciario de curso forzoso cuyo valor depende en última instancia de la voluntad del Estado?
Pues precisamente por esto último. En el Gold and Silver Meeting lo explicaremos con más tiempo y detalle.

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