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Dr. Enrique de la Morena

Los hongos del verano

Las infecciones subcutáneas, como su propio nombre indica, se producen por debajo de la piel y las infecciones invasivas, que son las peores, afectan a órganos o vísceras de nuestro organismo.

Aún no hemos entrado oficialmente en verano, pero ya nos afecta el calor y también algunas lluvias. Las piscinas ya están abiertas en la mayoría de las urbanizaciones, además de los centros municipales que reciben a decenas de bañistas cada día.

Precisamente, por esta razón, debemos ofrecer algunos consejos para evitar una patología que, pese a no ser grave, sí resulta excesivamente molesta e incómoda. Nos referimos a las infecciones por hongos. Un contratiempo muy frecuente que podemos evitar poniendo un poco de atención.

Podemos clasificarlas en infecciones superficiales, subcutáneas e invasivas. Las superficiales están localizadas en la piel, el pelo, la boca, las uñas o en los órganos genitales (concretamente en la vagina y el prepucio). Éstas son las más frecuentes y por este motivo es aconsejable acudir al médico en el momento en que notemos cualquier modificación en nuestra piel.

El facultativo nos hará el diagnóstico y, con ello, el tratamiento adecuado. Es importante que evitemos hacer caso al consejo de algún amigo o acompañante en la piscina y sólo seguir las indicaciones del médico.

Las infecciones subcutáneas, como su propio nombre indica, se producen por debajo de la piel y las infecciones invasivas, que son las peores, afectan a órganos o vísceras de nuestro organismo.

Para no sufrir estas infecciones es muy aconsejable no caminar descalzo por las piscinas y llevar siempre el calzado adecuado. Además deberemos evitar usar la toalla de algún amigo y dejar la nuestra al sol. Cuando salgamos de la piscina deberemos secarnos bien y evitar la humedad en las axilas, la ingle y entre los dedos de los pies y las manos.

Seguir estos pequeños consejos es más sencillo que padecer cualquiera de las infecciones oportunistas por hongos, ya que el tratamiento es largo y molesto. Requiere muchas atenciones, como aplicarse el tratamiento sobre la piel por las noches, no usar ropa que contenga fibra y en el caso de que nos afecte a los pies, tendremos que usar calcetines de algodón y cambiárnoslos frecuentemente. Los zapatos han de tener unas características especiales, igual las sandalias, etc. Esto quiere decir que, si evitamos la infección por hongos, nos evitaremos unos desagradables días de tratamiento.

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