Menú
Salvador Ulayar

Hermosura y dignidad

Uno no es capaz de dar con palabras mínimamente elocuentes de la hechura humana de la madre de Diego, nada que refleje mejor este ejemplo de hermosura y dignidad que nos regala Montse Lezáun.

Veo en la prensa de Navarra cómo el nacionalista Jiménez, de Aralar, Nafarroa Bai, ensucia el espacio público con sus miserias. Declara que nunca apoyarán a los guardias civiles que luchan contra la ETA; a los guardias que son asesinados por la ETA; a los guardias que nos defienden de la ETA. Txentxo Jiménez, Patxi Zabaleta... miseria de reciclaje batasuno.

Sigo leyendo. Montse Lezáun, madre de Diego Salvá, uno de los guardias civiles asesinados en el último atentado mortal cometido por los etarras, caminaba por una céntrica calle de Palma de Mallorca. La Reina Sofía y las Infantas Cristina y Elena paseaban por la zona y reconocieron a la navarra. Se acercaron y la saludaron cariñosamente.

Leo algo de lo que ha trascendido de aquellos minutos de conversación. Algo que se hinca en el corazón y en la razón; una bella pincelada informadora del retrato moral de la madre de Diego, e intuyo que de su familia entera. Montse, tras asegurar que se encuentra muy arropada, habló a la Reina de Esther, la madre de Carlos Sáenz de Tejada, el guardia civil asesinado en el mismo atentado que mató a su –nuestro– Diego: "Esther no tiene siete hijos como yo y ella no se está sintiendo tan arropada." Remató con un "hay que hacer algo".

Más allá del relato emocionado del encuentro, uno no es capaz de dar con palabras mínimamente elocuentes de la hechura humana de la madre de Diego, nada que refleje mejor este ejemplo de hermosura y dignidad que nos regala Montse Lezáun. ¿Y los tipos del comienzo? Nada.

En España

    0
    comentarios