Menú
Víctor Llano

La paz de la trola

¿Cómo podrían justificar ante las víctimas de la tiranía los miles de euros que muchos ayuntamientos españoles ponen a disposición de los Castro para que puedan construir más cárceles y pagar a más carceleros? Mejor no invitarlas.

Barack Obama insiste en despreciar el sufrimiento de los más débiles. En el invento que mantiene abierto en la capital de la farsa se brindó con los verdugos después de cerrar las puertas a las víctimas. Los góticos no sé, tal vez no, pero sin duda Zapatero y Moratinos se lo agradecerán. Desde esta semana siempre podrán decir que no son los únicos que huyen de los disidentes cubanos para no incomodar al que los etarras tienen por maestro. Sus víctimas tendrán que esperar. Es lo que aprendieron gracias a todos los que se burlan de su desesperación. Mejor que se queden en la puerta leyendo el cartel de "vuelva usted mañana". Es de hierro. Alcanzó el medio siglo.

¿Para qué van a recibir a los disidentes? Les aburren sus historias. Ahora les preguntarían por Agustín Cervantes. Mejor no ofrecerles la oportunidad. ¿Qué les podrían contestar? ¿Que esperen por otros cincuenta años? De nada les serviría. Mejor simular no verlas y poner en duda su sufrimiento negando su sacrificio.

¿Cómo podrían justificar ante las víctimas de la tiranía los miles de euros que muchos ayuntamientos españoles ponen a disposición de los Castro para que puedan construir más cárceles y pagar a más carceleros? Mejor no invitarlas. Siempre hablan de su miedo y de su soledad. No guardan secretos. Son tan débiles que a nadie preocupa lo que puedan decir. Además, no están para la jarana. No tienen nada que celebrar. Sus verdugos, sí. Medio siglo de barbarie merecen cualquier gasto.

Es lo que tiene la gran patraña. Perros del amo. Nazis que niegan la barbarie que no serían capaces de soportar. Miserables que prefieren alternar con torturadores.Todos al servicio de la paz de la trola.

En Internacional

    0
    comentarios