Si hubiera un premio a la palabra más nombrada esta semana estoy seguro de que una firme candidata sería sostenible. Éste es uno de los términos más abusados y peor definidos del léxico político, y si se le antepone la palabra "economía" el desconcierto es mayúsculo. Por tanto, habría que ponerse de acuerdo en lo que significa la famosa sostenibilidad, tarea nada fácil, pues este tipo de palabros pueden utilizarse para decir muchas cosas sin decir nada. Si acordamos que "sostenible" es aquello que puede sostenerse por sí mismo en un cierto horizonte temporal, justamente lo contrario puede ser aplicado al Gobierno de ZP. No hay nada que justifique su permanencia. Y no lo digo para después del 2012, este Gobierno lleva ya mucho tiempo caducado. No paran de abrirse vías de agua en este barco que los socialistas recibieron –por cierto en buen estado de conservación– hace poco más de cinco años. ¡Pero si tal como esta España parece que hubieran pasado cinco siglos desde que ZP llegó a La Moncloa!
El presidente ha anunciado –no una sino varias veces– una super Ley de Economía Sostenibleque será la panacea para todos los males españoles. El último anuncio –con una importante mise en scène– fue hecho el pasado domingo en Madrid. Allí, con su habitual sonrisa vendemotos, se cuidó muy bien de dar dos o tres titulares para la prensa y criticar a Rajoy, a quien mandó este recado: "En esta crisis no hay que volver a las políticas de 1996, ni de 2000 ni de 2004". El líder de la oposición –haciendo gala de su picardía– podría haber agregado: "ni a las políticas keynesianas de los años 30".
Aunque nadie (ni el propio Ejecutivo) sabe a ciencia cierta qué receta mágica contiene esta Ley, ZP ha afirmado que pretende cambiar el modelo productivo basado en la construcción e impulsar fuertemente la I+D+i y el desarrollo de sectores como el de las energías renovables. ¡Fenomenal! Lo malo es que a día de hoy, varias leyes aprobadas por este Gobierno, incluyendo los PGE, van en dirección contraria a la que nuestro presidente preconiza en su nueva Ley estrella.
Las energías renovables –piedra angular del proyecto ZP– plantean las primeras dudas, ya que la normativa actual en la materia, hecha por el PSOE, viene sufriendo fuertes críticas. Por un lado, las primas a las renovables han sido cuestionadas por el presidente de la Comisión Nacional de la Competencia, al considerar que las ayudas del Gobierno a las empresas de este sector pueden ser las culpables de las distorsiones del mercado eléctrico. Por otro lado, parece incoherente que a la vez que se dan incentivos para las energías verdes se haya desarrollado un sistema de subvenciones para el carbón español. Todo ello, sin mencionar que nuestro presidente –en su virtual proyecto de Ley– deja de lado informes que ponen de manifiesto que cada trabajo creado en España en el sector de las renovables ha destruido una media de 2,2 empleos en el resto de la economía. ¡Claro, como andamos sobrados de empleos, lo de la destrucción de puestos de trabajo le parecerá lo de menos!
Otro de los pilares de la estrategia sostenible del presidente del Gobierno, el impulso de la I+D+i, también se tambalea. Uno no puede decir tan campante que "va a concentrar recursos en I+D" mientras presenta unos PGE para el año 2010 que incluyen un recorte de más del 30% en los fondos destinados a la investigación, es decir el dinero destinado a financiar los proyectos, las becas, los contratos de investigadores.... ¡Vamos, un misil en el corazón de la actividad científica española de excelencia!
Zapatero, como siempre, se preocupa más en comunicar sus esfuerzos por hacer sostenible a la economía que por sus esfuerzos propiamente dichos. Si la sostenibilidad implica una estrategia para ahorrar costes, estimular la actividad empresarial y aumentar la productividad, lo que debería discutirse este viernes en el Consejo de Ministros son las reformas urgentes en el mercado de trabajo y la eliminación de trabas a la iniciativa privada. Pero eso, lo sabemos, podría causarle al presidente dolores de cabeza y problemas con sus "amigos", así que lamentablemente se discutirá la famosa Ley de Economía Sostenible y será otro viernescobarde.