A algunos se les habrán atragantado las uvas cuando vieron la cara de Mr. Bean en la web oficial de la presidencia española de la UE, pero a mí no. De hecho, creo que el famoso inglés y ZP tienen bastante en común, empezando por las pocas luces. Y hablando de "torpezas" y series de TV, los fans de House conocemos una escena muy repetida: un enfermo gravísimo con riesgo de muerte y el protagonista azuzando a sus aprendices para que le sugieran terapias para curarlo. Nunca falta "el tonto de la clase" que –aunque con aire perspicaz– menciona un tratamiento totalmente erróneo, momento en el que El Médico utiliza su demoledora ironía para dejar en ridículo al "iluminado". Bien, en España tenemos nuestro propio "personaje tonto" a la hora de sugerir recetas para curar la crisis terminal en la que estamos inmersos.
Y si no, a los hechos me remito. Los datos indican una importante caída de los ingresos del IVA en 2009: nada menos que el 30%. He preguntado a mis alumnos –que a fuerza de machacarlos han comprendido el concepto de elasticidad en economía– qué tipo de elasticidad tendría el IVA respecto al consumo y han sido capaces de responder: sería casi unitaria, es decir, si los ingresos por el IVA se redujeran en un 30%, el consumo debería disminuir en la misma proporción. Entonces, les hago comparar los datos tributarios con el descenso del consumo, que ronda el 4%, y las cuentas no les cierran. Claro, estamos a mitad de curso y todavía no comprenden del todo los efectos de la economía sumergida, las operaciones en negro y la elusión fiscal. Lo cierto es que la manera en que ha evolucionado este impuesto en el último año revela una verdad tan grande como una casa: la mala gestión de las cuentas fiscales de este Gobierno está provocando efectos desastrosos. Por un lado empuja hacia la economía sumergida a –cada vez más– empresas y particulares, y por el otro, agrava aún más el desplome de la actividad y el consumo, lo que en definitiva, reduce la base recaudatoria.
Aquí interviene nuestro "iluminado" y dictamina que para mejorar el estado de las finanzas públicas, no irá por el camino que marca la lógica económica de reducir los gastos. Nuestro Mr. Bean decide ir más allá: gastar más e intentar aumentar los ingresos con su peculiar receta, que consiste en subir el tipo general del IVA al 18% a partir de junio. Frente a lo que dicen todos los manuales de economía –que el aumento de los impuestos indirectos afecta al consumo–, y la experiencia de países vecinos –Alemania en 2007 incrementó el tipo impositivo y vio como se ralentizaba su crecimiento–, ZP sigue echando sal en la profunda herida que ha sufrido la renta de las familias en España. Otros países, como el Reino Unido, han decidido bajar el IVA para hacer frente a la caída de la demanda, pero en España somos diferentes: aquí caerá el consumo –y la actividad económica y el empleo– no sólo por la crisis sino también por la subida de impuestos diseñada por el Gobierno.
Para colmo, las estimaciones de nuestra ministra Salgado respecto al incremento de los ingresos fiscales pueden quedar en papel mojado. Se ha visto que en Alemania, en Portugal y también en nuestro país el aumento de los tipos del IVA ha provocado descensos en la recaudación de este tributo. Esto se explica por la reducción de la base recaudatoria, no sólo por la bajada del consumo sino también por el aumento del fraude fiscal. No hay nada que hacer, cuando se exprime a los agentes económicos, estos "revientan" por donde pueden. Es palpable que la desproporción entre la disminución de la recaudación y la de la actividad se debe en buena parte a un crecimiento de la economía sumergida. El IVA es el impuesto más difícil de controlar, ¿no se da cuenta de esto nuestro aprendiz de House?
PS: Ha muerto ayer en Madrid el catedrático de la Universidad Complutense, Santos Pastor Prieto. He tenido la oportunidad de escuchar sus clases y colaborar con él en algunos de sus numerosos trabajos de investigación. Me queda la visión de un buen tipo, gran luchador de sus causas. Un pequeño recuerdo en su memoria.