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Eugenio D´Medina Lora

El año del tigre y el 10

Cuando algunos especialistas predicen que habrá "inflación moderada", a uno le tiemblan las piernas, porque uno no quiere imaginar lo que el adjetivo "moderada" puede significa en la escala de tolerancia de Alan García Pérez.

Basados en la astrología china, se suele decir que el 2010 es el año del Tigre. Pero estricto sensu el año del Tigre empieza el 14 de febrero de 2010 y termina el 2 de febrero de 2011, lo que lo hace un año relativamente corto comparado por ejemplo con el año del Búfalo que se esta yendo (empezó el 26 de enero de 2009 y llega al 13 de febrero de 2010).

Además es año del Tigre de Metal. El último año similar fue 1950. Ahí tienen más elementos para los amantes del análisis prospectivo, aunque claro, en ese caso, se tiene que creer que la historia se proyecta, lo que es muy discutible, si se atiene a la crítica al historicismo de Karl Popper, por ejemplo. En todo caso, más allá de las predicciones astrológicas o los análisis prospectivos historicistas, este año pinta para la recuperación económica después de pasados los peores efectos de la crisis global que inició en 2008.

Por lo pronto, la recuperación de la economía estadounidense (la verdadera y todavía economía locomotora del mundo, hasta que China pase al frente en varios decenios más) no pareciera tan lenta, si se compara con los pronósticos de los economistas más mediáticos, que eran lanzados en la CNN y varios otros medios desde finales de 2008. Más aún teniendo en cuenta que algunos "entusiastas" compararon la crisis de Wall Street con la caída del Muro de Berlín. Al final, ni siquiera fue la crisis del 29 y los estadounidenses siguen con sus vidas, aunque tienen ahora que resignarse a ser más cautos con sus gastos de lo que fueron antes de la crisis. Por cierto, solamente menos despilfarradores, nada más.

Y para el Perú, ¿será un año de salto del tigre o de nota diez en economía? El 2009 fue un año en que el Búfalo embistió fuerte, pero se resistió el embate satisfactoriamente manteniendo en azul la tasa de crecimiento de la economía, aunque con un mínimo porcentaje. Para el 2010, no debe sorprender que la tasa de crecimiento pueda exceder los pronósticos que la ubican alrededor del 5%, dada la proclividad al gasto publico que se avecina en el primero de dos años electorales. Además, como se esta partiendo de dos trimestres de franca recesión, posiblemente el despegue, medido en tasa de crecimiento, sea un poco mayor al 5%, acompañada de una inflación considerada moderada por los analistas económicos. Esto va a producir una sensación de clara mejora, sin duda alguna, muy conveniente en una época electoral. Por supuesto que cuando algunos especialistas predicen que habrá "inflación moderada", a uno le tiemblan las piernas, porque uno no quiere imaginar lo que el adjetivo "moderada" puede significa en la escala de tolerancia de Alan García Pérez.

Finalmente, y siempre para el Perú, un hito nacional, y un asunto para nada menor, va a ser precisamente el de las elecciones municipales y regionales, que por segunda vez en loa últimas cinco décadas van a preceder cercanamente a una elección presidencial. La primera vez fue la elección de Ricardo Belmont a la alcaldía de Lima en 1989 que empezó a marcar el descalabro del Frente Democrático y de la candidatura de Mario Vargas Llosa en 1990. Como en esa oportunidad, ahora lo local puede marcar el paso a lo nacional, en buena medida. Vienen por delante 16 o 18 meses muy politizados, hasta la segunda vuelta de las presidenciales de 2011 que seguramente va a haber, lo que moverá nuevamente el debate sobre el modelo de desarrollo aplicado desde inicios de los 90 y toda la parafernalia argumentativa a favor y en contra, como es usual.

Importancia adicional que revisten estas elecciones si se considera que, al igual que en 1989, podrían estar marcando el rumbo de lo que se decida en el 2011, año de elecciones generales que a su vez, van a definir al país por lo menos hasta el año 2016. Claro que si salen algunos postulantes con "hambre de más" –léase, hambre reeleccionista–, en realidad, se puede estar definiendo lo que será el Perú, por lo menos, hasta entrada la década del 20. Quizás algunas son poses electorales, pero otras son señales concretas que sería un error pasar por alto o ningunear. Y si no, obsérvese lo que está pasando en otros países latinoamericanos, donde también los analistas políticos se reían de algunos personajes pintorescos, y que ahora son hasta presidentes en varios casos.

De cualquier forma, para efectos de diversión, considérese que los nacidos en 1950, 1962, 1974, 1986 y 1998, todos ellos años del Tigre, tienen este año como uno en que las cosas se les presentarían favorables para proyectos especialmente ambiciosos, según los expertos en estas artes. Entre esos proyectos, particularmente, los proyectos políticos marcarán buena parte del ritmo político del país. ¿Será el momento del salto del tigre para una nueva generación de políticos peruanos? El 10 tiene la palabra.

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