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Emilio J. González

Un escenario dantesco

Lo que hace unos meses se antojaba como una simple pesadilla horrenda incapaz de materializarse, hoy puede estar adquiriendo carta de naturaleza. El escenario, no cabe duda, empieza a tomar tintes verdaderamente dantescos.

Si el Gobierno monta un circo, seguro que le crecen los enanos. Y es que, igual que al perro flaco todo se le vuelven pulgas, al Ejecutivo todo se le pone en contra en el terreno económico, aunque también hay que señalar que el can no estaría tan delgado si se le cuidara adecuadamente. Dicho de otra manera, que los graves problemas que se le pueden presentar a la economía española no serían tales, o tan importantes, si Zapatero y los suyos hubieran hecho sus deberes. ¿A qué me refiero?

De entrada, a que pueden volver a pintar bastos en la economía internacional. ZP confiaba en que la recuperación mundial sacara a España de su postración vía exportaciones. Pero resulta que ahora el Fondo Monetario Internacional advierte de que la recesión podría volver a campar tranquilamente por sus respetos si los estímulos puestos en marcha para reactivar la actividad productiva se retiran a destiempo. Lo malo es que dichos estímulos, digan lo que digan los defensores de la intervención pública, lo único que han conseguido, probablemente, es detener de forma tan artificial como temporal la propia crisis y como ésta no ha desaparecido, pues en cuanto se le retire al enfermo la respiración asistida, éste va a volver a recaer en todos sus males, sólo que ahora agravados por déficit presupuestarios y volúmenes de deuda pública galopantes. Es más, lo que ahora dice el FMI ya lo han advertido antes otras personas. George Soros, por ejemplo, estima que este año se puede producir una segunda oleada de crisis, mientras que los economistas liberales han dicho, por activa y por pasiva, sin que nadie les prestara la menor atención, lo que ahora no queda más remedio que reconocer al Fondo. Además, por mucho que se quisieran mantener dichos estímulos, ¿cómo se podría evitar la reaparición de la crisis, con las consecuencias perniciosas para la economía que dicho gasto implica en forma de más déficit y más deuda? De ninguna manera. Así es que parece que 2010 va a conocer la segunda fase de la recesión, que, sin duda, también llegará en tiempo y forma a nuestro país.

Si todo quedara ahí, la cosa, aunque grave, no sería terminal. El problema es que todo esto sucede con el sistema financiero sin sanear. ZP, con tal de presumir en Europa de que aquí no quiebra ningún banco o caja de ahorros, ha retrasado el ajuste inevitable, y con él, el del sector de la construcción, y ha querido llenar de dineros públicos todas las operaciones de salvamento de cajas de ahorros hundidas por su mala gestión –política, por supuesto– y por la complacencia con la que el Banco de España, siguiendo los dictados del Ejecutivo, dejó hacer en la pasada legislatura. Pues bien, ahora resulta que la Comisión Europea pone en cuestión el FROB, es decir, ese salvavidas de cientos de miles de millones de euros con el que Zapatero pretendía mantener a flote a las entidades financieras desahuciadas, en lugar de permitir y llevar a cabo el proceso de ajuste y saneamiento que precisa el sistema financiero. Con lo cual, el panorama que se avecina es el de un ajuste mucho más intenso, por haber pretendido retrasarlo o suavizarlo de forma artificial, lo que provocará nuevas escaseces de crédito y, con ello, más problemas para una economía que no encuentra dónde agarrarse para salir de la crisis y frenar la sangría de empleo que está sufriendo la española.

Por desgracia, y aunque parezca mentira, el problema puede no terminar aquí. Con la que se le puede avecinar nuevamente a los bancos y cajas de ahorros difícilmente van a poder seguir financiando la locura presupuestaria de Zapatero. Vamos, que lo de comprarle al Estado deuda pública a mansalva se va a acabar. ¿Qué hará España entonces? Son cada vez más los analistas que estiman que vamos camino de la suspensión de pagos. Pues bien, puede que también de la expulsión del euro y de la Unión Europea. El Banco Central Europeo, de momento, ya ha encargado un informe jurídico para ver cómo se puede expulsar de la moneda única a los países que, como España, Grecia o Irlanda, pongan en tela de juicio su estabilidad, lo que conlleva, necesariamente también, la expulsión de la UE. Si esto ocurre, ya podemos prepararnos para hacer las maletas y emigrar a otro país que nos quiera acoger, porque la crisis económica, y por tanto social a que daría lugar semejante acontecimiento sería de dimensiones épicas. Y lo malo es que lo que hace unos meses se antojaba como una simple pesadilla horrenda incapaz de materializarse, hoy puede estar adquiriendo carta de naturaleza. El escenario, no cabe duda, empieza a tomar tintes verdaderamente dantescos. Mientras tanto, Zapatero jugando a líder europeo.

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