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EDITORIAL

Zapatero y Rajoy siguen instalados en la mediocridad

Si Zapatero niega algo tan fácilmente constatable como es que estamos peor que hace seis meses, ¿qué valor cabe dar a sus reiteradas visiones de futuro, tales como que "España está a punto de salir del túnel de la crisis"?

El primer cara-cara que han tenido este miércoles en el Congreso Zapatero y Rajoy, tras las larguísimas e inmerecidas vacaciones de Navidad que han disfrutado nuestros políticos, no ha podido ser más decepcionante. Si Zapatero ha vuelto a dar muestras de ese "optimismo" con el que algunos maquillan su irresponsable desconexión con la realidad, la crítica de Rajoy ha de ser mucho más incisiva y estimulante.

Entre las fantásticas previsiones y afirmaciones que ha hecho el presidente del Gobierno está la de que "la economía española no está peor que hace seis meses". Ya sería grave de ser cierto que la economía española estuviera igual de mal que hace seis meses cuando hace ya casi un año que el Gobierno veía síntomas de recuperación en forma de "brotes verdes"; aunque lo cierto es que, sin embargo, con un déficit que se ha disparado hasta el 11,5 por ciento del PIB y con medio millón de parados más respecto a julio, sí estamos mucho peor que hace seis meses.

Si Zapatero miente descaradamente ante hechos tan fácilmente constatables, ¿qué valor se le puede dar a sus reiteradas visiones de futuro, tales como que "España está a punto de salir del túnel de la crisis" o que "España está a punto de dejar la recesión económica"? Más aun cuando esta conocida cantinela nos la viene repitiendo Zapatero prácticamente desde que se avino a reconocer que España estaba padeciendo una crisis económica.

En cuanto a Rajoy, bien está que recuerde el creciente número de desempleados y que critique la improvisación y la falta de criterio de Zapatero, asi como su responsabilidad en el creciente descrédito de la economía española. Pero es necesario además que el líder de la oposición demuestre con no menor insistencia que hay una alternativa real y estimulante de Gobierno.

Aunque haya que reconocer que las sesiones de control no son un formato que permita explayarse en el desarrollo de un programa alternativo, hará bien el líder de la oposición en prepararse concienzudamente la sesión monográfica del próximo miércoles dedicada a la situación económica. Por mucho que estos debates tengan una trascendencia relativa de cara a la opinión publica, cualquier ocasión debe ser buena para que la oposición demuestre que tiene un programa creíble y verdaderamente alternativo de Gobierno, sin limitarse a una critica de una situación que los ciudadanos son los primeros en conocer y padecer.

Hemos de tener en cuenta, además, que, aunque el Gobierno esté instalado en un irresponsable inmovilismo del que sólo sale para dar palos de ciego, su labor de propaganda sigue a toda marcha. Como fruto de esa propaganda hay que encuadrar el editorial en el que el Financial Times ha suavizado su crítica a la política económica de nuestro Gobierno, un día después de la visita a Londres de la ministra Salgado. Evidentemente, y tal y como ahora este diario quiere subrayar, la economía española no es la griega ni está en tan dramática situación. Lo que nos gustaría saber es en qué se basa este diario para calificar de "serio" un programa de rebaja del déficit del 11,4% al 3%, cuya reducción de gasto sólo ellos parecen conocer. Lo decimos porque no sería la primera vez que el Gobierno de Zapatero dice en el exterior lo que no se atreve a mantener aquí.

En cualquier caso, no hay objetivos serios si no hay medios serios para alcanzarlos. Aquí el Gobierno no sólo no ha concretado cuáles son las partidas en las que se supone que va a reducir el gasto, sino que las mantiene o las incrementa, como ha hecho recientemente anunciando extender la propina de los 420 euros durante seis meses a 200.000 parados más.

Y es que, como bien apunta en este caso el Financial Times, el principal problema es "el desempleo crónico en un rígido mercado laboral", cuya reforma ni siquiera se ha mentado en la sesión de control de este miercoles; una reforma liberalizadora que Zapatero sigue sin querer abordar ni Rajoy concretar.

Esperemos a ver qué da de sí la sesión monográfica del próximo miércoles. Pero todo hace prever que España siga yendo a peor: como Zapatero y Rajoy.

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