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Agapito Maestre

Mayor puede equivocarse

Una cosa grave, sucia e incluso criminal es que Zapatero negocie con ETA, pero otra muy distinta es que el PSOE consiga ganar las elecciones con la ayuda de los criminales.

El diagnóstico de Mayor Oreja es claro y transparente: Zapatero sigue negociando con ETA. Zapatero dejará a ETA en las instituciones municipales y los criminales le ayudarán al PSOE a ganar las generales. Los cambalaches y trampas para conseguir tales resultados se cuentan por cientos, especialmente cuando están apoyados por el poder del Gobierno o las armas criminales, pero la gente se resiste a comprender lo obvio, o sea, que hay indicios, pruebas y evidencias suficientes para decir que la negociación entre Zapatero y ETA continúa. La cuestión no es, sin embargo, la veracidad de Mayor Oreja. Es evidente que expresa una opinión política muy bien fundamentada.

El problema lo tienen quienes ponen en cuestión lo evidente. La inmoralidad de Blanco, Alonso y, por supuesto, de los señores de CiU pidiendo "pruebas" a Mayor Oreja clama al cielo. En fin, las declaraciones de Mayor Oreja son más que creíbles, son verosímiles, desde el punto de vista intelectual. En cualquier caso, la autoridad intelectual y moral de este político, quizá el único que pueda exhibir esta virtud tan denostada en la política española, debería ser el principal argumento para tomarse en serio su diagnóstico. Su partido, sin embargo, no parece prestarle demasiada atención; más aún, parece dejarle solo; de hecho, ninguno de sus dirigentes ha respaldado sus palabras. No pasa nada.

El asunto decisivo, en mi opinión, de las declaraciones de Mayor Oreja no es ni que su partido mire para otro lado ante la negociación de Zapatero con ETA, ni que Alonso y sus compañeros de partido hagan una escenificación exagerada de indignación, pues que pueden detenerse etarras a la vez que se negocia con ellos. Cierto es que el PP no es coherente con la posición de Mayor Oreja y, por supuesto, aún es menos de recibo que el PP tenga dos discursos para el asunto del terrorismo, y cierto es que no resulta presentable, desde el punto de vista moral y democrático, que Zapatero siga negociando con ETA para mantenerse en el poder. Todo eso es verdad, pero el auténtico problema es si el pronóstico de Mayor Oreja se corresponde con su diagnóstico.

He aquí el centro de gravedad del panorama político: el Gobierno y ETA, sí, negocian, pero de ahí no se deriva, como hace con tanta facilidad Mayor Oreja, que el PSOE gane las elecciones generales. En efecto, una cosa grave, sucia e incluso criminal es que Zapatero negocie con ETA, pero otra muy distinta es que el PSOE consiga ganar las elecciones con la ayuda de los criminales. Mayor Oreja señala, sí, con precisión una de las estrategias de Zapatero para ganarle a Rajoy las elecciones generales, pero otra cosa es que lo consiga.

El problema dramático es, en efecto, que un partido sin estrategia política y con moral dudosa puede ganarle las elecciones a alguien como Zapatero, que ha hecho de la anormalidad institucional en general, y la liquidación de la todos los órganos cohesivos de la nación en particular, "norma" de comportamiento "político".

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