Hoy voy a dedicar el comentario a las opiniones del médico ovetense José María Navia-Osorio, prolífico escribidor, como buen galeno. Me escribe casi todos los días largas misivas sobre cuestiones de actualidad, preferentemente políticas. No tengo tiempo ni espacio para comentar sus ideas, realmente originales, llenas de buen juicio. Me gustaría que don José María fuera mi médico de cabecera. A partir de cierta edad, los pacientes ya no contamos con que nos curen del todo, pero sí con que nos cuiden, nos calmen o nos consuelen. Para todo ello el fármaco principal es la palabra.
Don José María considera que a mí me satisface el Estado de las autonomías. A él, ese modelo le gusta cada vez menos. Su disgusto es todavía mayor por lo que se refiere a la sanidad, que es lo que conoce bien. Dice: "Lo del Estado de las autonomías no es un cáncer o un golondrino, pero es un bulto que molesta mucho". Mi opinión es que, en teoría, es un avance que el Estado lo tengamos más cerca. Eso es el Estado de las autonomías en el papel. Pero luego, en la práctica, significa una inmensa multiplicación del gasto público, y, los que es más grave, el fomento del caciquismo y del separatismo. Al final, un desastre; pero es lo que hay.
Don José María es una persona honrada que sabe criticar a los políticos, con independencia de las siglas a las que se acogen. Por ejemplo, está el caso del diputado del PP, presidente de Nuevas Generaciones (aunque con 30 añazos), que fue pillado conduciendo borracho y atropelló a otro vehículo. Don José María sostiene que lo mejor que puede hacer el pollo es dimitir de todos sus cargos, irse a su casa y terminar su carrera. Más aún, Rajoy tenía que haberlo expedientado. Una vez más, estoy de acuerdo con el de Oviedo. Los políticos están para dar ejemplo y, por tanto, están más obligados que los demás. Lo que me escandaliza es el silencio de las "nuevas generaciones" del PP ante la villanía de su presidente. Parecen viejas generaciones.
Don José María resalta la tontería y el derroche que significa que el Gobierno entero se traslade a Sevilla para celebrar un consejo de ministros. En efecto, ese acto significa un inmenso despilfarro, pero también es verdad que significa un gran rédito electoral para el PSOE. Es lo que técnicamente se llama corrupción.
Nuestro médico está de acuerdo con la tesis de Mayor Oreja de que la ETA está negociando con el Gobierno. A ambos les interesa una especie de tregua; por distintas razones, claro. Por otra parte, don José María, a fuer de liberal, cree que Batasuna (o como se llame) debe tener libertad para presentarse a las elecciones. Otra opinión atrevida del de Oviedo: no debe existir el delito de apología del terrorismo, por ser una forma de la libertad de expresión. El delito debe ser el de amenazas. Me parecen ideas muy coherentes. Al menos me van a hacer madurar mis opiniones.
Todavía no sé por qué don José María no participa asiduamente en alguna tertulia de la radio o de la tele.