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Juan Morote

Algunas vidas valen mucho

¿Se está bien viendo cómo Fariñas muere por la libertad de todos los cubanos? ¿Se está bien viendo como muere el próximo hermano? ¿Qué vida es la que no vale nada Pablo? ¿Silvio?

No puedo dejar de acordarme de todos aquellos disidentes cubanos, de sus familiares, de sus amigos, y cada vez me siento más cerca de ellos, a pesar de la hipocresía del entorno. Recordando canciones de los colaboracionistas del régimen, y viendo la última rueda de prensa que ha dado Silvio Rodríguez en La Habana, no sé qué siento más, si rabia o ganas de vomitar.

Alberto Fariñas se está dejando la vida en la lucha por la libertad, una lucha incruenta la suya: sólo ha usado la palabra y ahora su vida. Fariñas ha convertido su degradación física en un espejo que refleja con claridad inusitada la degradación moral de la tiranía cubana. Mas este espejo no refleja sólo al tirano, al hermano del tirano y sus condiscípulos, el espejo devuelve la imagen pútrida, cual retrato de Dorian Grey, de todos los dirigentes políticos occidentales que ocupados en sus miserias, justifican, amparan o soslayan la situación de Cuba.

Los cantistas oficiales del régimen castrista más conocidos en España son Milanés y Rodríguez, el primero sobre todo después de la gira que protagonizó con Víctor Manuel. El segundo se ha despachado con un alegato a favor de la revolución y con un clamoroso silencio sobre los torturados, eso sí, a la vera del ministro de cultura castrista, ¡qué paradoja!

Compuso Pablo Milanés una canción que si tuviera el más mínimo ápice de vergüenza no volvería a entonar en su vida. Hace unos días, Orlando Zapata dio su vida por la libertad de los cubanos, y hoy Fariñas se debate entre la vida y la muerte. Mientras, el desvergonzado de Pablo Milanés, siempre bajo la cobertura del régimen liberticida de los hermanos Castro, seguirá disfrutando de la opulencia de la oligarquía opresora. Este loador del socialismo real cantaba:

La vida no vale nada
si no es para perecer
porque otros puedan tener
lo que uno disfruta y ama.

...

La vida no vale nada
si ignoro que el asesino
cogió por otro camino
y prepara otra celada.

La vida no vale nada
si se sorprende a otro hermano
cuando supe de antemano
lo que se le preparaba.

La vida no vale nada
si cuatro caen por minuto
y al final por el abuso
se decide la jornada.

Es difícil relatar mejor la entrega de Zapata, Fariñas, Diosdado Gonzalez, Eduardo Díaz, Fidel Suarez, Nelson Molinet y tantos y tantos otros. Su vida será extraordinariamente valiosa. Nunca una vida entregada por la justicia o por la libertad ha sido en balde. En cambio, hay otras vidas cuya existencia y cuya memoria será ocultada por el oprobio de las acciones que sus protagonistas realizaron. ¿Se está bien viendo cómo Fariñas muere por la libertad de todos los cubanos? ¿Se está bien viendo como muere el próximo hermano? ¿Qué vida es la que no vale nada Pablo? ¿Silvio?

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