Menú
Juan Morote

Toxo, la música y los tocaores

No se les ha ocurrido flexibilizar la jornada y el salario como a los holandeses, ni abaratar el despido como a los americanos, ni restituir la figura del aprendiz como cuando empezó Corbacho; lo que impera es que pague el de siempre hasta que reviente.

El egregio dirigente de CCOO, camarada secretario general, compañero Toxo, afirma que no le gusta ni el tono ni la música del borrador de idea avance, de un boceto de posible decreto que bosteza el Gobierno. Corbacho, Salgado y demás inútiles proyectan, haciendo de mangas capirotes, un ejercicio de estulticia para, contentando a propios y extraños, lograr que alguien se decida a contratar a alguien en esto que antes era España. Es realmente impresionante. Estoy, como dicen en mi pueblo, erizao de ver el calado y profundidad de la estructural reforma del mercado laboral que pretende servirnos Corbacho. Viendo el texto que barruntan, me he quedado como aquel que va a un restaurante de postín, y le sirven unas naderías envueltas en lo mismo. Es decir, esperando algo que llevarme a la boca para calmar una necesidad vital.

La propuesta del ministro –si es que se la ha leído, que sería lo propio en alguien cuyo único trabajo referenciado en su propio perfil es el de aprendiz de impresor– provoca hilaridad. Dicen que han copiado el modelo austriaco, ¡vaya usted a saber! Ya me gustaría a mí que hubieran copiado a austríacos como Menger, Mises, Hayek, Rothbard y compañía, otro gallo nos hubiera cantado. En cambio, no han copiado sino aquello que les motiva, lo de siempre, que lo pague el contribuyente; y si el contribuyente es empresario mejor que mejor, duro contra el explotador. No se les ha ocurrido flexibilizar la jornada y el salario como a los holandeses, ni abaratar el despido como a los americanos, ni restituir la figura del aprendiz como cuando empezó Corbacho; aquí lo que impera es que lo pague el de siempre hasta que reviente.

Ahora bien, mientras esta panda de irresponsables discute si son galgos o podencos, como la liebre de la fábula están parados a medida que el crecimiento del desempleo se dispara. El número de desempleados se ha multiplicado un 141% desde el inicio de la crisis. A Gobierno y sindicatos les da igual. Nada importa que tripliquemos las cifras de incremento del paro de países como Reino Unido o Italia, o que Alemania y Polonia tengan hoy menores cifras de desempleo de las que arrojaban al inicio de la crisis allá por septiembre de 2007. Si España está aportando el mayor porcentaje de desempleados de la zona euro con diferencia, esto tampoco es relevante para Gobierno y sindicatos. Ambos, como Bono, se centran en intentar desacreditar a aquellos que les ponemos un espejo delante.

Eso sí, habrá muchas, muchísimas solicitudes de más diálogo, más mesas con los autodenominados agentes sociales, que realmente deberían denominarse gorrones institucionales, y más vuelta la burra al trigo, para acabar en nada, o en el mejor de los casos en alguna aparente solución cargada en la alforja del maltrecho currante, especie en vías de extinción por otro lado. Si a Toxo no le gusta esta música, yo que soy de Anna, un pueblo de dos mil habitantes y tres cuartas, haciendo gala del orgullo local, me cago en la música y los tocaores.

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios