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Guillermo Dupuy

Algo peor que "versos sueltos"

El verdadero talón de Aquiles del discurso de Rajoy en favor de la austeridad en el gasto público, su verdadera contradicción, lo constituyen las comunidades autónomas y los ayuntamientos gobernados por el PP, que encabezan las listas de más endeudados.

El PP lo ha tenido siempre muy fácil para rechazar la supuesta contradicción en la que sus críticos dicen que incurre cuando rechaza el recorte de gasto público anunciado por Zapatero sin dejar por ello de defender una drástica reducción del déficit público. No sólo el déficit se puede reducir de muy diversas maneras, sino que incluso una que contemplara exclusivamente la reducción del gasto público como vía para lograrlo puede implicar recortes en muchas partidas del presupuesto distintas a las que ha planteado el Gobierno.

El verdadero talón de Aquiles del discurso de Rajoy en favor de la austeridad en el gasto público, su verdadera contradicción, lo constituyen las comunidades autónomas y los ayuntamientos gobernados por el PP, que son los que encabezan las listas de los más endeudados. Empezando por estos últimos, y según los datos ofrecidos por el Banco de España, la deuda del ayuntamiento que dirige Ruiz Gallardón asciende a más del doble que la que suman las de los consistorios de Valencia, Barcelona, Zaragoza y Málaga, que son los que le siguen, a su vez, en la lista de los más endeudados. Dicho de otra forma: el Ayuntamiento de Gallardón, con 6.762 millones de euros a finales de 2009, acumulaba por sí solo casi la cuarta parte de toda la deuda de los ayuntamientos españoles. Y eso por no hablar de los otros mil millones con los que Gallardón ha endeudado a los madrileños en los dos últimos meses.

Más que un "verso suelto", tal y como le gusta calificar al alcalde a su política respecto a la del partido al que le debe el cargo, este dato constituye auténtica dinamita en manos del PSOE y del Gobierno para destrozar el discurso del PP favorable a apretarse el cinturón. Una dinamita que, como antes apunté, no sólo suministra Gallardón pero sí es quien lo hace en mayor cantidad.

Mención especial, aunque a gran distancia, merece también la simpática y corajuda Rita Barbera. Sin negar virtudes y otras concordancias con el discurso del PP, que no se dan precisamente en el caso de Gallardón, parece que a la alcaldesa de Valencia no le ha bastado el centralismo autonómico y las balanzas fiscales que, en beneficio de su ciudad, vampirizan a provincias como las de Alicante y Castellón. Ha necesitado además que el endeudamiento de su ciudad supere en más de un 10% al que sufre la endeudadísima ciudad de Barcelona.

En cualquier caso, que tres de las cinco ciudades más endeudas de España estén gobernadas por el PP es un hecho tan lamentable y contradictorio con el discurso de Rajoy como lo es el que dos de las tres comunidades autónomas más endeudas de nuestro país también estén gobernadas por ese mismo partido.

Aunque en este terreno Aguirre haya tenido que soportar y haya empezado a corregir el "agujero" que Gallardón también dejó en herencia a la Comunidad de Madrid, éste no es el caso de Camps y de la Comunidad Valenciana, cuya deuda supera incluso a la madrileña y sólo está por debajo de la de la Cataluña social nacionalista.

El decreto que este lunes se hacía público en el BOE, y que impide a cualquier consistorio acudir al crédito público o privado a largo plazo, sólo va a suponer un tapón hasta 2012. Pero, ¿quién le pone un tapón al endeudamiento autonómico? Como patéticamente tuvo que reconocer recientemente Chaves, "no hay manera de imponer un techo de gasto a las comunidades autónomas por parte del Gobierno". Me temo que eso mismo se puede predicar del principal partido de la oposición respecto a las comunidades por él gobernadas. Y es que a la falta de vertebración de España, se une la falta de autoridad y liderazgo de sus élites nacionales.

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