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Daniel Rodríguez Herrera

Facebook seguirá igual

Espérense futuras "meteduras de pata", por supuesto, accidentales. Y esperen también que pese a ello su base de usuarios siga creciendo. Porque seguimos valorando lo que nos ofrece la red social más que nuestra intimidad, qué le vamos a hacer.

Facebook lleva meses, por no decir años, en la picota por el poco aprecio que muestra hacia la privacidad de los usuarios. Cada dos por tres hace algo o nos damos cuenta de que está haciendo algo que la pone en cuestión. Es un asunto importante, sin duda. En una red social incluimos un montón de información personal que no compartimos en ningún otro lugar de internet. Y es lógico, porque se supone que sólo nuestros amigos tienen acceso a la misma. Se supone.

El caso es que en esa teoría existe un pequeño fallo. En concreto, que para poder funcionar, Facebook también debe tener conocimiento de toda esa información privada. Y Facebook está dirigida por un sujeto que ha asegurado que la época de la privacidad se había acabado y poco menos que todos vamos a terminar sabiendo todo de todos. Aquellos a quienes les gusta el anonimato de la ciudad pueden ver, hasta cierto punto, que esa sensación de intimidad puede perderse. Y a mucha gente eso le importa. O, por lo menos, eso dice.

Hasta un 60% de los usuarios de Facebook estarían planteándose dejar la red social por su poco respeto a su intimidad y un 16% habría dejado de emplearla, según una encuesta realizada por Sophos. Desgraciadamente, como en tantas otras cosas, esa cifra puede reflejar un cierto estado de ánimo, pero no tiene nada que ver con la realidad. Como siempre, hay que mirar las preferencias reveladas: lo que se hace, no lo que se dice. Y estas son clarificadoras: en breve Facebook superará los 500 millones de usuarios.

El Wall Street Journal descubrió hace poco que Facebook compartía información privada con los anunciantes, aunque sólo la de aquellos que pinchaban en los anuncios. La red social ha recibido críticas casi unánimes al cambiar su configuración de privacidad, no sólo porque tiene tantas opciones que lo hacen casi imposible de usar, sino sobre todo porque al realizar el cambio del sistema antiguo por el nuevo se activaba por defecto el compartirlo todo con todos, cuando lo lógico sería respetar la intimidad por defecto.

Zuckerberg, el fundador y jefazo mayor de Facebook, ha pedido perdón y ha asegurado que la red social corregirá sus prácticas. Pero no se lo crean. El principal problema de la privacidad es que no genera ingresos. La información es dinero. Por eso existen tantas tarjetas de cadenas de restaurantes, gasolineras y comercios de todo tipo. Nos dan descuentos a cambio de información. Y en Facebook hay mucha. Así que espérense futuras "meteduras de pata", por supuesto, accidentales o hechas con la mejor de las intenciones. Y esperen también que pese a ello su base de usuarios siga creciendo. Porque seguimos valorando lo que nos ofrece la red social más que nuestra intimidad, qué le vamos a hacer.

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