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Daniel Rodríguez Herrera

Los parásitos de Pedro J.

Lo lógico, lo razonable, sería que si Pedro J. y otros editores fueran de verdad tan importantes como dicen sacaran a sus periódicos de los resultados de Google, y así el gigante de internet se hundiría y dejaría de disfrutar de sus ingresos publicitarios

No me cabe duda de que ser director de un periódico de papel es un trabajo muy complicado en estos tiempos. Tampoco me hubiera gustado dirigir una fábrica de coches de caballos a comienzos del siglo XX. O una de sombreros en los 50. O fabricante de hielo, o lechero o... bueno, creo que ya habrán cogido la idea.

Pero una cosa es ser capitán de un barco que se hunde y otra dedicarte a la piratería de las naves circundantes con la excusa de querer salvar el pellejo. El director de El Mundo declaró la semana pasada que Google, pese a sus indudables méritos, no era más que un parásito sofisticado que vivía a costa de los periódicos. Que ingresa el 60% del dinero en publicidad online en España gracias a su "monopolio en la distribución de contenidos" y que espera que los editores se pongan de acuerdo para demandar al buscador.

Reconozco que no podría ser jefazo en Google. Al día siguiente de estas declaraciones hubiera eliminado elmundo.es de mis servicios, un movimiento que sin duda sería diplomáticamente poco adecuado. O quizá hubiera sido más sutil y hubiera alterado los resultados de las búsquedas para que cuando busques "traductor" en Google no aparezca el primero el servicio del periódico de Pedro J., servicio que podría suponer un 30% del tráfico de elmundo.es, que digo yo que no es poca cosa. Imagino que esto es lo que entra dentro del "valiosísimo" servicio de "intermediación, búsqueda y distribución de contenidos online" que realiza Google, según Pedro J.

La excusa es la de siempre, la de las discográficas en su momento, la de los editores de los periódicos ahora y la de las editoriales pasado mañana: esto de internet es muy malo porque hay otros que están ganando dinero y no somos nosotros. Otros que tienen un servicio que es más valorado que el mío, algo que no debería ser así porque lo mío era adorado dos minutos antes de que alguien propusiera una alternativa mejor a lo que yo hago de forma ineficiente. Ese maldito alguien. Ese maldito Napster. Ese maldito Google. En breve, ese maldito Facebook, Bubok, Amazon o lo que venga.

Las principales quejas de los editores vienen de Google News, un agregador de noticias cuyos algoritmos provocan que grandes y pequeños diarios (no, nosotros no) estén bastante destacados en su portada, dándoles más tráfico. Es un servicio que, curiosamente, no tiene publicidad. La táctica de Google consiste en lograr que la gente pase más tiempo en internet, vea así más anuncios y por tanto pueda ingresar más. Muchos periódicos tienen anuncios de Google, así que ofrecer Google News gratis tiene sentido.

Lo lógico, lo razonable, sería que si Pedro J. y otros editores fueran de verdad tan importantes como dicen sacaran a sus periódicos de los resultados de Google, cosa que pueden hacer cuando quieran, y así el gigante de internet se hundiría y dejaría de disfrutar de sus ingresos publicitarios. El problema es que con eso sólo conseguirían perder audiencia a costa de medios menos sedientos de dinero ajeno, y lo saben perfectamente. Así que prefieren denunciar a Google por... pues no se sabe muy bien por qué. Por hacer muy bien lo que hace, supongo. ¡Viva la excelencia!

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