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Amando de Miguel

Peccata minuta

Manix critica la zafiedad de muchos diputados que se dirigen uno al otro en los discursos con el tratamiento de "su señoría". Lo correcto sería "vuestra señoría" o simplemente "señoría".

José Faustino se pregunta si no es un poco confusa la frase "Miriam González, la esposa española del viceprimer ministro británico Nick Clegg". Me parece que nadie entiende que el simpático Clegg, por muy liberal que sea, vaya a tener otras esposas que no sean españolas. Sería más correcto decir "la esposa de Clegg, nacida en España", pero tampoco hay que afinar tanto.

Son docenas los correos que me llegan sobre la paradoja de "regla de tres" y "prueba del nueve", a propósito de la inclusión o no del artículo determinado. La regla de tres es realmente de "tres cantidades o tres datos". En cambio, la prueba del nueve se dice así porque aparece un nueve en la operación. Gracias por la aclaración. Lo que debe añadir es que los estudiantes actuales ya no saben lo que es la regla de tres o la prueba del nueve. Muchos ya no saben ni multiplicar. No creo que sea un progreso ni un triunfo de la informática.

Manix critica la zafiedad de muchos diputados que se dirigen uno al otro en los discursos con el tratamiento de "su señoría". Lo correcto sería "vuestra señoría" o simplemente "señoría". El "su" sería solo para referirse a una tercera persona. Parece ser que el único diputado que aplicó correctamente la norma fue Fernando Suárez. Por algo lo hicieron de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Personalmente me repugna lo de referirse desde fuera a los diputados como "las señorías". Por lo mismo, resulta un poco chusco lo de decir "Su Majestad leyó un discurso" en lugar de "el Rey leyó un discurso".

Respecto al mal uso de la voz "doblar" (= tocar a muerto), Juan Rueda recuerda unos versos satíricos, que se hicieron famosos en el franquismo. Comentaban esta noticia de inserción obligatoria: "A la llega del Caudillo las campanas doblaron en señal de bienvenida". Los versos no publicados decían: "El doble es un toque serio/ que puede ser de optimismo/ si lo manda el Ministerio/ de Información y Turismo". Me paga que esos versos podrían ser de Jaime Campmany o de Camilo José Cela. A ambos los traté; eran dos egregios coñones.

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