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Amando de Miguel

Curiosidades del habla popular

Javier Fernández observa que los Rolling Stones en España son los Rolling, mientras que en América, del Norte y del Sur, son los Stones. La variación de explica porque en España va implícita la norma de que el adjetivo va detrás. En inglés es al revés.

Antonio Arenas se lamenta de la moda actual que consiste en el exceso de mayúsculas. En efecto, los meses del año (aunque se deriven de deidades) se deben escribir con minúscula. Como en tantas otras ocasiones, el error proviene del inglés ubicuo. Una costumbre maligna es la de poner con mayúscula las palabras que uno considera trascendentes. La regla principal es muy clara. Van con más mayúscula inicial las voces que representan personas físicas, jurídicas o morales.

Javier Fernández observa que los Rolling Stones en España son los Rolling, mientras que en América, del Norte y del Sur, son los Stones. La variación de explica porque en España va implícita la norma de que el adjetivo va detrás. En inglés es al revés.

Son varios los correos que me indican el famoso precedente de la zarzuela La Gran Vía, en la que está la famosa jota de "los tres ratas". Está claro que ahí, "rata" es masculino. José María Navia-Osorio advierte que quizá se asocie con "rácano" (=taimado). Yo creo que es una variante de "ratero" o "randa" (= granuja, pillo).

Juan José Carballal Hernández se interesa por la decadencia del enebro en nuestros montes. No soy un experto, pero para mí que el enebro retrocede ante la mayor fuerza y agresividad del pino. Don Juan José opina que lo de "junípero" como auxiliar del parto no está justificado clínicamente, aunque sí hay otras aplicaciones terapéuticas del enebro. Se queja mi amable corresponsal de que lo trate como "Carbonell" en lugar de su correcto apellido "Carballal". Le juro que no he seguido el atinado consejo que me dio una vez Camilo José Cela: "Si quieres molestar a alguien, cámbiale el nombre o el apellido". No es el caso. La explicación es más sencilla. Escribo a mano con letranga de médico. Es fácil que, al pasar el texto al ordenador, el Carballal se me haya trabucado en Carbonell. Pido perdón.

José Olivares Martí propone una norma tan sencilla como práctica: que los lomos de los libros se tipografíen en el mismo sentido cuando se escriban verticalmente. Esperemos que los del gremio de impresores lleguen a un acuerdo sobre el particular.

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