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Emilio Campmany

Pearson desmiente a Pearson

Pero nosotros, que debemos de ser muy burros, erre que erre, que no se negocia con terroristas y que no se les puede dejar concurrir a las elecciones mientras no hayan inequívocamente dejado las armas.

Pearson es un importante grupo responsable de la edición del Financial Times, FT para los amigos. Y, por lo tanto, igualmente responsable del editorial del pasado martes cuando escribió: "Batasuna ha sido ilegal desde 2003, cuando fue sorprendida metiendo dinero público en los bolsillos de ETA. Si el partido y la banda se comprometen a un alto el fuego (...), esta prohibición debería desaparecer. Prolongarla sólo sirve para apuntalar el cada vez menor respaldo que ETA tiene entre los vascos". Total, que al FT le parece que, una vez proclamado el alto el fuego, lo que tiene que hacer el Gobierno es permitir que Herri Batasuna se presente a las elecciones municipales porque, como dice en otro lugar, "criminalizar la expresión de una opinión política no ayuda y es en última instancia contraproducente".

No conforme con esto, el editorial argumenta que la ETA explota otro agravio que pesa sobre los separatistas vascos como es el de la dispersión de los presos etarras. Concretamente dice: "los etarras han sido encarcelados en prisiones de toda España, lejos de sus familias en el País Vasco. Esta situación es percibida como una injusticia y es un chollo para los recaudadores de ETA. Devolver sus presos a cárceles vascas les privaría de este pretexto para financiarse".

Es un editorial muy raro porque parece estar diciéndole a Zapatero lo que le gustaría que le dijéramos y no le terminamos de decirle todos los españoles: "Mira, ¿no ves como al final han dejado de matar? Ahora, si quieres que ETA no tenga excusas, lo que tienes que hacer es dejar que se presenten a las elecciones, acercar sus presos a su tierra y poco a poco, al fin, todo acabará". Pero nosotros, que debemos de ser muy burros, erre que erre, que no se negocia con terroristas y que no se les puede dejar concurrir a las elecciones mientras no hayan inequívocamente dejado las armas y se limiten, como diría el editorialista del Financial Times, a expresar una opinión política.

Ahora, la pregunta es: ¿se corresponde la opinión del FT con la del otro gran medio propiedad de Pearson, The Economist? Este jueves se distribuye el primer número de la revista tras el anuncio de ETA y en él puede leerse: "Ofreciendo un alto el fuego que no llega a ser el sugerido por los líderes rebeldes de Batasuna, ETA está intentando recuperar el control de sus bases. Para ello no pueden ir más allá de la vaga declaración hecha esta semana y emplear el rechazo a negociar de Zapatero como un pretexto para un eventual retorno a las bombas y a los tiros. Pero si ETA pierde el control sobre los separatistas, puede verse forzada a caminar por la senda de la paz [la cursilería está en el original]. El futuro depende de quién gane esta batalla por los corazones y las mentes de los vascos".

El que la opinión de The Economist esté casi tan equivocada como la del Financial Times no la hace menos diferente. La prestigiosa revista hace irrelevante a Zapatero y todo lo reduce a una lucha entre el brazo armado y el brazo político del separatismo vasco. Su punto de vista no puede estar más alejado del que expresó el periódico económico perteneciente a la misma empresa.

Si la opinión del diario no es la del grupo al que pertenece ¿cómo es posible que haya dicho lo que el Gobierno estaba deseando escuchar? La respuesta ya la dio Quevedo.

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