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Víctor Colmenarejo

La vida sin Pau

Hay que ser críticos con la decepcionante actuación de Ricky Rubio en Turquía. La excusa de la edad es relativa cuando llevas cinco años en la élite y has brillado en finales olímpicas y de Euroliga. La complacencia de los medios no le hará mejor jugador.

Durante años hemos escuchado aquello de: "ya podían aprender los de fútbol de la selección de baloncesto". Bien, las tornas han cambiado. El reciente título mundial en Sudáfrica había llenado de optimismo los medios de comunicación, generando un estado de opinión eufórico y unas expectativas quizá desmesuradas sobre las posibilidades reales de España de revalidar título en baloncesto con las ausencias de Gasol y Calderón.

Esas dos bajas han mermado el potencial de la selección, que competía en desventaja de plantilla ante EEUU o Serbia. Esa desventaja sólo podía ser suplida con defensa y juego colectivo, como ya hicimos en la final del Mundial de Japón hace 4 años con la baja de Pau. Pero eso no ha pasado esta vez. Todo lo contrario, la dirección de Scariolo propició que el grupo se fragmentase (la famosa "segunda unidad"), mermando aún más el potencial.

Si la derrota ante Francia en el debut fue un aviso, la sufrida ante Lituania nos dio la puntilla, pues nos condenó irremediablemente (y pese al "cable" de Nueva Zelanda) a un cuadro infernal para acceder a la lucha por las medallas, objetivo, este sí, acorde a las circunstancias.

España mostró raza de campeón en los cruces con Grecia y Serbia, pero ante esta última no fue suficiente. El dramático desenlace (triple de 9 metros de Teodosic) no cambia los hechos: fue una derrota de ley en un partido en el que estuvimos siempre a remolque.

No hay lugar para conclusiones catastróficas, pero sí para la crítica constructiva:

  1. Se espera un cambio generacional. Los Garbajosa, Mumbrú o Raúl López deben dejar paso a los Llull, Vázquez, Claver o Suárez.
  2. Scariolo dejará muy probablemente el banquillo nacional. Correcto en el Eurobasket, discreto en este Mundial.
  3. Las apariciones de Pau Gasol con la camiseta de España serán cada vez más esporádicas. Pesan los años, la carga de partidos y la falta de retos. La selección debe aprender a vivir sin él.
  4. Hay que ser críticos con la decepcionante actuación de Ricky Rubio en Turquía. La excusa de la edad es relativa cuando llevas cinco años en la élite y has brillado en finales olímpicas y de Euroliga. La complacencia de los medios no le hará mejor jugador.

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