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Amando de Miguel

El habla coloquial

Paco Rodríguez (Houston, Texas) recuerda algunos leonesismos de su tierra de origen. Por ejemplo, el uso de anteponer el artículo a algunos nombres familiares: "El Eulogio, la María".

Elio Guzmán me cuenta la sorpresa que le producen las nuevas expresiones coloquiales, sobre todo dichas por los jóvenes o los locutores de la radio o de la tele. Así, el "bodorrio" no es "un desastre de boda, mal organizada y populachera", como indica el sufijo <orrio>. Es el caso, por ejemplo, de "villorio". Realmente, "bodorrio" quiere decir ahora una boda de tronío, lujosa. Asimismo se maravilla don Elio de "casoplón", esto es, una mansión lujosa. Es un extraño aumentativo para una casa admirable. Por lo mismo, ese nuevo lenguaje que podríamos llamar de la calle, gusta ahora de decir "KO", no para alguien que queda fuera de combate, sino simplemente tocado, afectado. La verdad es que en inglés tiene también ese sentido, aparte del término en boxeo para "fuera de combate" por razones de inferioridad manifiesta. Es más, en el habla de los jóvenes norteamericanos el KO se aplica también a algo sorprendente, admirable. Puede que ese significado se nos transmita por las películas.

Son muchos los libertarios que me corrigen una aseveración mía ciertamente exagerada o imprecisa. Decía yo que el tuteo se generalizó como un efecto de la guerra civil, además, en los dos bandos. Me matizan esos críticos que el tuteo ha sido un proceso lento, gradual, que ha tardado una generación en imponerse. Tienen razón mis refinados (y a veces refitoleros) libertarios. El tuteo empezó por razones políticas (los "camaradas" de los dos bandos se tuteaban) y acabó generalizándose. Todavía hoy se prescribe el ustedeo cuando es notoria la diferencia de edad. Hay presentadores de televisión que tutean indiscriminadamente a los invisibles espectadores. Me gusta que en las tertulias de la radio o de la tele se conserve en parte el ustedeo. Fue una costumbre que impuso (con buen acierto) Manuel Martín Ferrand en Antena 3 de radio. Como relato en mis Memorias, cuando yo era niño, a mi abuelo Amando yo lo trataba de tú, pero sus hijos lo ustedeaban. ¿Pero, cómo, todavía no han leído ustedes mis Memorias? Es ya un clásico.

Paco Rodríguez (Houston, Texas) recuerda algunos leonesismos de su tierra de origen. Por ejemplo, el uso de anteponer el artículo a algunos nombres familiares: "El Eulogio, la María". En su pueblo zamorano de nación se dice "Paco, el de Juana", esto es, el varón se referencia al nombre su mujer. Por cierto, don Paco (o Fran) me asegura que en Texas se puede estudiar la enseñanza primaria en español. Ese hecho contrata con la dificultad de hacerlo en algunas regiones de España. Somos diferentes, y así nos va.

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