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Pedro de Tena

Kiko Veneno: volando fue, volando vino

Con aquello de la música y el rojerío, Veneno estudió poco. Seguramente ni fue a las clases de historia de Alfonso Lazo o Manuel Mantero y, claro, así es imposible enterarse de cuál es la diferencia entre una colonia y dos ciudades libres y españolas.

Recuerdo que cuando yo empezaba a estudiar Filosofía en la Universidad de Sevilla, Quico Veneno no existía, pero sí florecía ya un desgarbado "pelón" que era el que más gritaba en algunas asambleas mientras Alfonso Guerra, alumno de Comunes en 1969-70, desaparecía de la escena antes de que llegase la Policía. Aquel "pelón", al que se conocía como El Pelón llegaría a ser con el tiempo Quico Veneno o "Kiko", según se quiera. Al menos, y en su descargo, hay que decir que cuando los grises apretaban Quico Veneno estuvo allí, no como otros de la ceja que pasaron de cantar en la tele franquista, de hacer películas del cine luego llamado español franquista o grabar Estudios 1 a mansalva a profesar, ya libre de riesgos, la fe comunista o socialista.

Pero con aquello de la música y el rojerío, Veneno estudió poco. Seguramente ni fue a las clases de historia de Alfonso Lazo o Manuel Mantero y, claro, así es imposible enterarse de cuál es la diferencia entre una colonia y dos ciudades libres y españolas. Porque, aunque el amigo "pelón" no lo sepa, Gibraltar es una colonia que la ONU mandó descolonizar hace ya una eternidad mientras que Ceuta y Melilla eran y son ciudades españolas, en un caso por decisión propia y democrática, desde el siglo XV, mucho antes de que se constituyera siquiera el sultanato de Marruecos. Del Reino de Mohamed, ni hablamos.

El razonamiento de Veneno es el simplismo geográfico. Como Ceuta y Melilla están en África, en su norte, pues deben ser devueltas a quien domina el norte de África, o sea, Mohamed VI. Ni siquiera les concede la gracia de un referéndum. Libertad, ¿para qué? Fíjense en las consecuencias de un razonamiento como este. Canarias, por ejemplo, deben ser devueltas... ¿a Mauritania? ¿Al propio Marruecos? Pero en fin, y para no externos por otros países europeos, como Dinamarca que se vería obligada a devolver Groenlandia ¿a quién? ¿A Canadá que está más cerca?

Me gustan algunas de las canciones de Kiko Veneno, algunas de sus letras y me gusta que se haya mantenido fiel a sus orígenes sin cambiar de estilo ni de palabrones. Y hay una cosa que me gusta más: que al menos ha tenido el sentido de la decencia de pedir perdón a los caballas como él y como Chaves y a los melillenses. Aunque no sea sincero y haya sido su compañía de discos la que le haya exigido la rectificación, al menos ha tenido la cortesía de hacerlo volando. Voy y vengo.

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