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Guillermo Dupuy

Camps sobrevive, por ahora, a la cacería

La verdad es que Camps no lo tenía fácil, pues, en su caso, no sólo tenía que enfrentarse a esta operación orquestada por los socialistas, sino también a la insidiosa labor de sectores internos del PP valenciano y a insospechadas correas de transmisión.

No se puede afirmar que la "cacería Gürtel" haya escatimado en medios a la hora de perjudicar electoralmente al PP allí donde este partido tiene sus mayores graneros de votos: el espionaje policial y los pinchazos telefónicos a los miembros, sospechosos o no, del principal partido de la oposición, su bochornosa instrumentalización de la Fiscalía, las filtraciones ilegales de sumarios, las clamorosas violaciones del secreto de las comunicaciones entre imputados y abogados defensores... acreditan que a este ejercicio de caza política no le han faltado, precisamente, medios.

Parece, sin embargo, que una de las "piezas" mayores a batir, Francisco Camps, se ha salvado, al menos por ahora, al confirmarse que será nuevamente candidato a la presidencia de la Generalidad Valenciana. La verdad es que Camps no lo tenía nada fácil, pues, en su caso, no sólo se tenía que enfrentar a la operación orquestada de ministros del Interior, de Justicia, Fiscalía General del Estado, o a comisarios jefes de policía o jueces instructores bajo sospecha. También tenía que enfrentarse a la insidiosa labor de sectores internos del PP valenciano y a insospechados medios de comunicación que les servían de correas de transmisión.

Las heridas entre campistas y zaplanistas siguen abiertas en mi comunidad, por lo que no me extrañaría que algunos de estos últimos fuesen algunas de esas "fuentes anónimas" y de "máxima solvencia" con las que muchos periódicos nos han vendido un supuesto enfrentamiento entre Rajoy y Camps. Yo no lo sé a ciencia cierta, porque estas fuentes, ahora de desacreditada "solvencia", han dejado permanentemente acreditada su cobardia al no querer salir del anonimato.

En este sentido Rajoy se ha quedado corto, muy corto, al recordar este jueves el tiempo y la insistencia con la que viene apoyando públicamente a Camps: "Lo dije hace seis meses, pero nadie me creyó". Lo cierto es que Rajoy, como Cospedal, como González Pons, vienen apoyando a Camps insistente y públicamente desde, por lo menos, noviembre del año 2009, cuando de forma, a mi modo de ver, excesivamente prematura lo designó abiertamente como candidato del PP.

Lo que ha ocurrido es que cada vez que Rajoy, en estos casi dos años, ha salido a la palestra a defender a Camps, no pocos medios de comunicación, inducidos por esos anónimos liantes del PP, han ocultado en sus titulares los apoyos que el líder nacional del PP brindaba al presidente valenciano para poner, en su lugar, cosas que prácticamente significaban lo contrario.

La más reciente tergiversación –vendrán más– que me viene ahora a la cabeza es la de hace unos días, a raíz de que el PP valenciano propusiera a Camps como candidato al Comité Electoral Nacional. Cospedal adelantó públicamente, y por enésima vez, el apoyo de Genova a dicha candidatura: "Como es lógico y con toda probabilidad será nominado por el Comité cuando corresponda. Casi con toda probabilidad porque yo no sé si mañana se puede caer el cielo sobre nosotros". Pues bien. Bastó esta última frase para que no faltara quien dijera que "Cospedal deja en el aire la designación de Camps".

Con ello se sostenía el supuesto enfrentamiento entre Camps y Genova. Al final, los medios de comunicación se han creído sus propios lios, por lo que no nos debemos extrañar de que vean como "cesión" lo que no es, por parte de Genova, sino confirmación de Camps. Tampoco nos debe extrañar que el director de El Mundo diga que "es público y notorio que Rajoy anhelaba que Camps tirara la toalla". Yo no excluyo a nadie entre los liantes anónimos del PP. Pero desde luego ese anhelo atribuido a Rajoy, el líder del PP no lo hizo jamás ni público ni notorio.

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