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Ignacio Moncada

Jaque mate

Zapatero se ha convertido en el símbolo del fracaso del socialismo. No hay duda de que los resultados electorales no han medido la gestión de los líderes locales y autonómicos, sino que ha sido un voto puramente nacional.

Las urnas tienen serias limitaciones, pero funcionan de forma eficiente como resorte en caso de emergencia. Cuando el gobernante está causando demasiado daño a la nación, los votos son como el botón "eyectar" de los aviones de combate: al pulsarlos, el piloto sale disparado de la cabina de mandos. Aunque en este caso no sucede para salvar al individuo en cuestión del inminente accidente aéreo, sino para salvar al avión, a la nación, del nocivo gobernante. Hoy España ha pulsado ese botón.

En este caso, las urnas no han salvado España de un hombre, sino de todo un partido político. Las elecciones municipales y autonómicas han pasado como una apisonadora sobre el socialismo español, barriendo el rojo del mapa en su práctica totalidad. El PSOE ha perdido en todas las comunidades autónomas en su peor resultado electoral de la Historia. El PP ha arrasado en todas las comunidades en las que ya gobernaba, y ha arrebatado al PSOE feudos como Castilla-La Mancha con mayoría absoluta, y la gran mayoría de las capitales de provincia. Incluso en Extremadura, comunidad histórica del socialismo, el Partido Popular ha sido primera fuerza política. En la España de hoy, en la que las autonomías tienen más poder que nunca, este resultado es un acta de defunción para el socialismo español. Al menos, tal y como lo conocemos ahora.

Zapatero se ha convertido en el símbolo del fracaso del socialismo. No hay duda de que los resultados electorales no han medido la gestión de los líderes locales y autonómicos, sino que ha sido un voto puramente nacional. Los españoles, muchos de ellos después de toda una vida apoyando al PSOE, han votado por el final del socialismo. Zapatero y su partido han arruinado la economía española y han sembrado el desencanto político en la ciudadanía. Han vuelto a hacer de España un país del que emigrar. Y la gente se ha cansado. Este resultado es el game over, el fin de la partida, para el socialismo en nuestro país. Es jaque mate para Zapatero. Ahora tiene que convocar elecciones y terminar, de una vez por todas, con esta ridícula y agónica pantomima.

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