Lo venimos diciendo durante muchos meses: es el momento del cambio; España necesita un cambio de rumbo urgente. Es cierto que las elecciones generales del próximo domingo son anticipadas, pero deberían haberse celebrado mucho antes, porque España lleva más de cuatro meses sin Gobierno, algo especialmente grave por el momento que vivimos en toda la Unión Europea.
De ahí la importancia de estas elecciones, que no sólo van a marcar el rumbo del país en los próximos cuatro años, sino que deben definir el modelo a seguir durante las próximas décadas. Por eso, en más de un acto público en el que he participado durante estos días, he insistido en la idea de que nos encontramos en una encrucijada; la de elegir un modelo que nos ha llevado a la situación que arrastramos, o la de cambiar y aspirar a lo que merecemos.
Lo más importante, en cuanto al cambio necesario, es la creación de empleo y riqueza que, un país como España y sus ciudadanos, bien merecen. Ya lo demostramos hace quince años, cuando los españoles depositaron en el Partido Popular su confianza: la situación también era muy mala, precisamente la que había dejado el PSOE de González, Rubalcaba y Zapatero, y logramos crear hasta cinco millones de puestos de trabajo. Hoy partimos precisamente de una situación de cinco millones de desempleados, lo que nos hace ostentar un triste récord: estar a la cabeza del paro en toda la Unión Europea.
Por eso, el Partido Popular aboga por una reforma laboral, porque con la creación de empleo conseguiremos el mantenimiento de los mejores servicios sociales, de una educación y sanidad públicas que han puesto en peligro quienes tienen la osadía de presentarse como sus abanderados. No es justo que quienes han hecho de la destrucción de empleo, del derroche y el despilfarro su forma de gobernar, se dediquen a lanzar esos mensajes catastrofistas, porque nos conocemos bien.
Aquí, el único que se ha dedicado a recortar y a congelar ha sido el PSOE de Zapatero y Rubalcaba, con la rebaja de un 5 % del salario de los empleados públicos y la congelación de las pensiones que, gracias a la Ley que impulsó el Partido Popular a través del Pacto de Toledo, tenían garantizada su revalorización. Por tanto, no valen ahora los discursos del miedo porque por sus hechos les conocemos.
Los ciudadanos han de saber que el Partido Popular está dispuesto a llevar a cabo una disminución del gasto corriente, de todo aquello que no es necesario y en lo que se han ido miles de millones de euros, fruto de la improvisación y el desgobierno socialista. Como primera gran medida, ya anunciada por el presidente Mariano Rajoy, vamos a impulsar la aprobación de una Ley de Emprendedores, Autónomos y PYMES, a imagen y semejanza de la que estamos sacando adelante en Castilla-La Mancha, porque son los pequeños y medianos empresarios los que crean empleo. A ellos vamos a dirigir nuestros primeros esfuerzos; también desde el ámbito de la Educación, porque es necesario reforzar el espíritu emprendedor de las generaciones venideras, en quienes confiamos. Por ello, también es importante acometer una verdadera reforma del sistema educativo, para terminar con el alarmante fracaso escolar de nuestro país, así como reforzar la figura del profesor. Asimismo, son necesarias otras reformas, como la del sistema financiero.
Desde el Partido Popular creemos en el cambio como única solución para este país, porque estamos plenamente convencidos de que España es una gran Nación. Pero lo verdaderamente importante de cada territorio son las personas. Por ello, pedimos el voto al Partido Popular a todos cuantos de verdad confíen en el empuje y la ilusión que puede aportar a nuestro país un Gobierno presidido por Mariano Rajoy; un Gobierno que diga la verdad, que llame a las cosas por su nombre y ponga a la persona como guía de actuación.
Lo tenemos claro: en el Partido Popular no vamos a mirar a nadie por sus ideas, por sus pensamientos, por el partido al que votó en otras ocasiones. El PP piensa en este país, cree y confía en los españoles. Y por eso pedimos a los ciudadanos que se sumen al cambio que necesita España.