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David Vinuesa

No entendí a Simeone ayer y no le entiendo hoy, pero me calló la boca

El cambio de Savic por Riquelme me sigue pareciendo un claro error a pesar de la victoria. Hubo miedo a perder el 0-1 y no se fue a por el 0-2.

El cambio de Savic por Riquelme me sigue pareciendo un claro error a pesar de la victoria. Hubo miedo a perder el 0-1 y no se fue a por el 0-2.
No entendí a Simeone ayer y no le entiendo hoy, pero me calló la boca | EFE

El Atlético de Madrid hizo cinco cambios ante el Villarreal y, lo reconozco sin problemas, solo entendí tres de ellos. Pero claro, en fútbol muchas veces, aunque sigas creyendo que tienes razón en tu idea, este juego te pone en tu sitio porque la pelotita entra y todo cambia. Eso me pasó anoche cuando vi el cambio de Savic por Riquelme y cuando vi entrar en el terreno de juego a Saúl Ñíguez. Como el Atlético ganó 1-2 en los instantes finales y encima marcó Saúl, el fútbol, al menos en mi caso, me puso claramente en mi sitio y ayer, tengo que reconocerlo, Simeone me calló la boca. ¡Y yo me alegro por ello!

Antes de nada, la realidad es que el Atlético de Madrid tenía que haber ganado el partido en La Cerámica en los primeros 20/25 minutos. Esconder eso sería mentir o, como mínimo, manipular la información. El conjunto rojiblanco, con un poco de pegada y de eficacia, tenía que haberse ido al descanso con 0-2 o 0-3 mínimo, sin embargo, la falta de calidad arriba y los fallos de concentración atrás hicieron que ganes en el 88 un partido que debiste cerrar en 20 minutos. Pero vale igual, como se suele decir.

Ojo, me parece importante remarcar esos 20/25 minutos porque el fútbol es muy injusto. La crítica futbolística sobre todo. En mi caso puedo reprocharle anoche al Cholo Simeone que el inicio de la segunda parte fue malo y que el cambio de Savic por Riquelme, cuando mejor estaba el Atlético y con Roro generando mucho peligro, solo se puede entender por el miedo a perder el 0-1. Aún así, dicho eso sobre ese cambio, todo lo demás funcionó. No lo digo yo, lo dicen los hechos. El inicio de partido y el planteamiento rojiblanco pasaron por encima del Villarreal de Marcelino y cuando mejor estaba el Submarino en la segunda parte, el Cholo metió tres cambios de golpe y el Atlético volvió a ser peligroso tras el 1-1. Y como no, Saúl entró y Saúl marcó. Por lo tanto, aparte del cambio por miedo de Savic por Riquelme, tenemos un buen planteamiento, merecimientos de llevarse el partido con dos o tres goles al inicio y un acierto de 4 de 5 en cambios. Lo dicho: no entendí a Simeone y me calló la boca.

Lo empírico me dice que Simeone acertó en más de lo que falló. Es lo que hay. El fútbol te da la razón cuando ganas y te la quita cuando pierdes. Lo que pasa es que a mí me sigue doliendo mucho ese cambio de Savic por Riquelme. Me escuece. Me frustra. Me sigue llevando a errores del pasado que no se corrigen. No había problemas físicos en Roro, Cholo. El Villarreal había mejorado algo antes del descanso, pero en transiciones se le podía matar, Cholo. Por lo tanto, la victoria no me va a hacer cambiar de opinión. Me tengo que callar la boca porque el Atlético ganó, sin embargo, voy a seguir pensando lo mismo con ese cambio mientras este tipo de sustituciones se produzcan tan a menudo. Ese cambio fue por conservar lo que se tenía, punto, y el partido estaba para todo lo contrario.

Analizado todo lo anterior, con sus pros y sus contras, sigo viendo un anticholismo ilustrado alrededor del Atlético de Madrid que hace que se cuente solo lo que interesa y no la totalidad de lo que ocurre. Y lo voy a seguir denunciando porque sigue pasando y porque tengo, por suerte, la libertad para hacerlo. En esta columna, por ejemplo, yo he comentado lo que hizo ayer Simeone de principio a fin, pero no cojo por y hablo solo del cambio de Savic. Ni tampoco lo escondo. Menciono todo. Si tú a alguien no le cuentas que el partido, por ocasiones, fue de 0-3 en 20 minutos y solo hablas de Savic por Riquelme... hombre, el análisis queda sesgado. Si tú no cuentas que tras el error claro de ese cambio y el 1-1 del Villarreal, tres cambios del Cholo revitalizaron al equipo... hombre, el análisis queda sesgado. Y si no cuentas que, justo después de la ocasión clarísima de Parejo, Saúl entró y marcó siendo el cuarto cambio de cinco que funcionó... hombre, el análisis queda sesgado. Más clara no puedo dejar mi opinión.

Conclusión: sigo pensando que Simeone se equivocó con el cambio de Savic por Riquelme, hecho que no me ciega para ver que todo lo que pasó antes y después debió acabar con goleada del Atlético o con la victoria que tuvo lugar. Por cierto, bien por Saúl. Al César Ñíguez lo que es del César Ñíguez. Ahora bien, ni antes se podía poner en duda su profesionalidad y esfuerzo porque no le salían las cosas ni ahora se puede hacer borrón y cuenta nueva con ese rendimiento. La exigencia del Atlético no debe ser celebrar excepciones sino costumbres positivas y, de momento, un gol calla la boca un día, pero nada más.

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