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Después de cuatro años, la comunidad de desarrollo de Mozilla ha sacado a la luz la versión 1.0 de este navegador de código abierto. En 1998, Netscape sorprendió a propios y a extraños abriendo el código de su navegador. Netscape Communicator era el más popular entonces, aunque en claro retroceso frente al empuje de la versión 4.0 de Internet Explorer, incluida en Windows 98.

Supongo que, en aquella época, los ejecutivos de Netscape sabían que iban a perder la denominada "guerra de los navegadores". Era difícil que su empresa pudiera competir con un navegador de pago frente a otro gratuito y de una calidad, cuanto menos, similar, que además contaba con la ventaja de venir de serie en la gran mayoría de los ordenadores que se vendían. De modo que hicieron caso de sus ingenieros, que aseguraban que el modelo de desarrollo del software libre era notablemente más eficaz que el utilizado por las compañías.

Sin embargo, diversas razones provocaron que pocos desarrolladores se unieran al proyecto, fracasando éste en el empeño de sacar una nueva versión con cierta rapidez. No obstante, el tiempo empleado ha dado sus frutos. Este nuevo navegador es el que mejor soporta los lenguajes estándar de la web. Su estructura es enormemente modulable, de modo que dispone de versiones equivalentes en 16 sistemas operativos distintos y permite ser utilizado como base para desarrollos tan dispares como editores de código fuente o juegos tipo buscaminas. Posee un gestor de correo y un programa de chat. Y características que posiblemente nunca se encontrarían en navegadores comerciales, como es la posibilidad de desactivar la aparición de nuevas ventanas con publicidad.

Desafortunadamente, el tiempo transcurrido no ha pasado en balde y existen muchos sitios web que no funcionan correctamente con ningún otro navegador que no sea Explorer, incluyendo muchos sitios oficiales. Pero es posible que esta tendencia se invierta y recuperemos la competencia en este mercado si AOL confirma los rumores y basa su próximo navegador en Mozilla y no en Explorer. Sus 32 millones de usuarios pueden serla punta de lanza que obligue a todos a diseñar los sitios web compatibles con todos y respetuosos con los estándares.

Han tardado mucho, sí, pero el producto es bueno. Y, al fin y al cabo, lo que en el mundo de la informática parece una eternidad son plazos normales en otros ámbitos. No tenemos más que recordar que el juicio contra Microsoft también comenzó en 1998.



Daniel Rodríguez Herrera es editor de Programación en castellano.

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