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Carlos Pérez Gimeno

Los apuros de Colate

El ex de Paulina, una vez cumplido su deber como padre, acudió a un bar con unos amigos. Allí se le arrimó una venezolana muy poco tímida.

El ex de Paulina, una vez cumplido su deber como padre, acudió a un bar con unos amigos. Allí se le arrimó una venezolana muy poco tímida.

El exmarido de Paulina Rubio lleva unos días en España y ha despedido el año en la localidad segoviana de Pedraza, donde su familia posee una casa. Como es sabido, ha estado con su hijo Andrea Nicolás, hasta que la mejicana se presentó en Madrid y se lo llevó también para pasar unos días con el pequeño.

Una vez cumplidos sus deberes como padre, Colate también ha sacado tiempo para disfrutar de la noche madrileña, acudiendo a unos de los locales de más de moda, Válgame Dios, en pleno barrio de Chueca. Llegó acompañado por varios amigos, y como es propio de él trató de pasar lo mas desapercibido posible, pero hace un par de noches eso no pudo ser, ya que una rubia venezolana se encargó de que todo el mundo se diera cuenta que ahí estaba ella y su único objetivo era el pobre Colate, que no sabia muy bien qué hacer dada la timidez que lo caracteriza.

Como buena latina, y haciendo honor a la belleza de las mujeres que genera su país, hay que reconocer que estaba bien armada por la parte delantera, y que su edad oscilaría entre 25 y 30 años nada más. Sabía perfectamente que no pasaba inadvertida, primero por su físico y después por su descaro. 

No le podía gustar más llamar la atención, y no tuvo ningún reparo en insinuarse al empresario con un tono de voz que no pasó desapercibido. El pobre Colate pasó unos momentos de gran tensión. Y como es natural la gente se dio cuenta de la situación por la que estaba pasando.

Al final se fueron juntos, al menos del local, aunque lo que pasara después solo lo saben los dos. Pero viendo como es la venezolana, que desconoce el significado de la palabra discreción, se puede esperar cualquier cosa.

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