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Carlos Pérez Gimeno

Los príncipes de Asturias, los más elegantes en Holanda

Los representantes de la Casa Real española destacaron por su sencillez y suprema elegancia.

Los representantes de la Casa Real española destacaron por su sencillez y suprema elegancia.

Sin lugar a dudas, los príncipes de Asturias han sido los más elegantes de las 19 casas reales, que han sido representadas por sus herederos en la entronización del rey Guillermo de Holanda.

Doña Letizia acertó de pleno con ese traje negro de encaje de su diseñador de cabecera, Felipe Varela, con el que estaba realmente (nunca mejor dicho), muy guapa. El recogido que llevaba en forma de moño no le podía favorecer más, y la tiara de brillantes, regalo de Franco en aquel tiempo a la princesa Sofía, es una autentica preciosidad. De sobra es sabido el buen gusto que tenía doña Carmen Polo para la joyas.

El negro nunca falla para la noche, y más si se combina con brillantes, la mezcla es perfecta. No hay que olvidar la buena planta de don Felipe, y es que el esmoquin le quedaba -como se suele decir- como un guante, al igual que la barba, que le hace mucho más interesante.

Las joyas que han lucido las señoras, en este caso casi todas princesas, han sido espectaculares, y en especial las pertenecientes a la Casa Real Holandesa, porque el aderezo de rubíes y brillantes que lució Máxima la noche de cena era una auténtica maravilla, al igual que la tiara de la todavía reina Beatriz, sin olvidar el magnifico aderezo de zafiros y brillantes que escogió para la ceremonia de investidura como Rey de su marido Guillermo de Holanda.

Para la ocasión el príncipe vistió el uniforme de gala de la armada, mientras que la princesa se decantó por un traje de encaje de color lavanda, con tocado a juego que le caía por la parte derecha de la cara, que no era precisamente fácil de llevar, aunque le sentaba muy bien.

Todas las casas reales, como es lógico ya que la ocasión lo requería, han lucido sus mejores galas... aunque las comparaciones son odiosas: qué poco luce la pobre Mette-Marit de Noruega, no se puede ser mas rancia, nunca va acertada vestida, parece una sufragista. Ya podría aprender un poco. Nada que ver la jequesa de Qatar, que -a pesar de los kilos de botox que lleva encima- es imposible que pase desapercibida.

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