La batalla económica que desde hace tiempo mantienen la que fuera tenista y sus padres parece que está llegando a su fin. En la actualidad, los abogados de ambas partes están concretando el reparto del piso de la Avenida Diagonal de Barcelona, donde viven los padres desde hace años, y también la casa de S'Agaró, ya que Arantxa Sánchez Vicario es la propietaria y sus progenitores los usufructuarios.
Si esto se hiciera realidad y llegasen al mencionado acuerdo, los padres renunciarían a la casa de la playa, y el inmueble de la ciudad condal lo comprarían sus otros hijos para ellos.
Está claro que, después de la tremenda lucha a la que se han enfrentado, un acercamiento entre ellos por el momento es impensable. Unos hechos que no han podido ser más desagradables, reduciéndose a un tema meramente económico.
Arantxa, en el libro que escribió hace unos meses, quiso dejar claro lo mal que lo pasó cuando era una estrella consagrada del tenis, por el cuidado tan acérrimo al que tuvo que someterse por parte de su madre. "No es lo mismo que te cuiden a que te anulen", manifestó.
Una historia triste en la que no hay ganadores, porque al final todos pierden. La Vicario y su marido, José Santacana, tienen previsto trasladarse a vivir a Miami con sus dos hijos de corta edad, y según la propia Arancha se siente muy feliz junto a su segundo marido. Ella defiende que es el único que siempre la ha apoyado en todas sus decisiones.