Desde que anunciara su separación de Kiko Rivera, Jessica Bueno, es otra persona, está mucho más guapa, ya que ha conseguido recuperar la figura que tenía antes de quedarse embarazada. Es como si se hubiera quitado un peso de encima (nunca mejor dicho), pero cuando se refiere al padre de su hijo, en su cara todavía se le nota cierta expresión de tristeza. Al fin y al cabo, no ha pasado tiempo suficiente para que las heridas estén totalmente cicatrizadas.
La sevillana se mostró muy cauta. "No hablamos mucho, Kiko y yo llevamos caminos muy diferentes. En este momento, estoy pendiente de algunos proyectos y estoy muy esperanzada en que salgan", declaró.
Cuando se le pregunta por Isabel Pantoja, siempre tiene palabras de elogio para ella. "La relación es excelente, es una abuela estupenda, y a su nieto le llevo todas las semanas a Cantora, para que le vea, disfruta machismo del niño, y hay veces que le coge en brazos y le canta" comentó entre risas.
Jessica tiene claro que después de un tiempo de haber intentado que su relación funcionase, y no haberlo conseguido, ha decidido tirar la toalla y centrar su vida en sacar a su hijo adelante, y volcarse en su carrera como modelo.
Por el momento, seguirá viviendo en Los Molares, un pueblo cercano a Sevilla donde reside su familia, y así su madre le puede echar una mano en los cuidados del crío, de manera que ella también puede estar mas libre en el caso de que tenga que viajar por motivos de trabajo con más tranquilidad.
No descarta volverse a enamorar, pero según la modelo todavía no ha transcurrido el tiempo suficiente como para pensar en esos temas.
Jessica es muy joven y cualquier día se le podrá ver en compañía de algún chico. No hay nada como esperar, y con seguridad no demasiado tiempo.