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Katy Mikhailova

Pragmatismo británico y optimismo alemán

Si Alemania lidera las compras de Europa, a ésta la sigue Reino Unido –cuyo estilo roza lo vanguardista punk.

Si bien muchos diseñadores españoles se hunden - por la crisis y/o por mala gestión- la crisis y los cambios en la mentalidad de los individuos por países conlleva la aparición de diferencias. Acabamos de conocer los últimos datos de la encuesta del Global Lifestyle Monitor 2012 del Cotton Council International.

Así pues, entre 2008 y 2012 la crisis ha traído consigo nuevos comportamientos a la hora de hacer compras de moda. Si hace unos meses escribía acerca de que se estaba dando un cambio del consumidor del nuevo comprador asiático que,  según la Consultora McKinsey, no busca la compra pragmática y racional, como ha sido la tradición, sino que persigue la satisfacción emocional- cuyo hábito de shopping  es más egoísta y muy al estilo occidental-, ahora conocemos que hay también novedades en la compra de productos de moda en Europa. En Alemania, por ejemplo, entre 2008 y 2012 han sido los jóvenes los que han consumido más productos de moda.

Según este informe de Global Lifestyle Monitor, en Reino Unido la compra de moda se hace centrándose, ante todo, en el precio y en el hallazgo de productos ‘ganga’ como dicen, bien sea consiguiéndolos en época de rebajas o adquiriendo prendas  procedentes de outlets. No son tontos. No. Y tampoco pierden el tiempo: prefieren pagar menos por lo mismo. Así les va. Mientras que en Italia, con esa pasión local e irracional, el consumidor medio sacrifica la calidad por precios más asequibles.

Esto último me ha sorprendido: siempre se había dicho que los italianos prefieren tener un traje de sastre a medida –que les debe de costar un riñón- e ir en bus en lugar de comprarse un coche. Eso dicen. Deben de ser los típicos tópicos anclados en el prejuicio de la ignorancia y la soberbia. Aunque he de reconocer que esto último me lo comentó José María Galiacho, -que no por ello le llamo prejuicioso-, autor de El Manual del Perfecto Caballero. Este hombre, que además ha fundado el Club El Aristócrata –por donde ha pasado el mejor sastre napolitano, Luca Ruminacci-, ha tenido que tratar con diversos sastres de Italia quienes, gracias a su propia experiencia, les han dado este dato improvisado.

En cualquier caso, en esto de consumir moda en Europa, el rey sigue siendo Alemania, cuyo gasto en retail ha significado el 19% del total del consumo de esta industria en Europa, indicando las previsiones de la encuesta que ha habido un aumento del 2% en 2012. Según los datos del Cotton Council International, la población alemana se caracteriza por ser la sociedad más optimista de toda Europa, de ahí que el target que más consuma moda sean los jóvenes. Ello no quita, de manera subjetiva, que el gusto y el estilo de esta sociedad patine un poco, como ya he intentado defender en otra columna bajo el nombre de El mal gusto de las alemanas. Creo que no llegué a explicarme bien o es que se me descontextualizó: comparativamente, los alemanes no tienen un estilo definido, y pillán de aquí y de allá. ¿Italia es extravagante? Sí, pero vende glamour. –Quitando aparte Dolces y Bananas, claro está-. Francia es el paradigma de la elegancia sofisticada, y España es un país lleno de talento y tradición artesanal.

Las españolas, sobre todo, debido al fenómeno Zara cuyas tiendas están por doquier, visten con personalidad y estilo propio – quizá yendo demasiado con la moda y las tendencias imperantes de ésta-; pero con estilo propio, repito, y también con esencia. Y si se sacan las banderas no solo en época de Mundial o Eurocopa, mejor que mejor –pues en una correa de reloj no queda mal-. Pero, en fin, gustos aparte.

Si Alemania lidera las compras de Europa, a ésta la sigue Reino Unido –cuyo estilo roza lo vanguardista punk, entre algunos estratos de la sociedad anglosajona- cuya inversión en moda particular en 2011 ha alcanzado el 17% del total de gasto en moda de nuestro continente. Bien es cierto que, aunque intenten buscar precios bajos, tienen muy en cuenta la perdurabilidad de los productos, y no se lanzan al ‘fast fashion’ como muchos. Quien puede, puede.

Aquí nos toca conformarnos, y con mucha honra, con Zara y Mango; más con la primera que con la segunda, pues ésta última atufa a cierto catalanismo independentista, a pesar de esos casi 113 millones de euros de beneficio fiscal obtenidos en el ejercicio de 2012. Aun así… ¡viva Zara, viva Amancio y viva España!

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