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Carlos Pérez Gimeno

Las bodas de Marina Castaño con Enrique Puras y Adriana Abascal con Emmanuel Schreder

Este fin de semana ha destacado por la gran cantidad de bodas celebradas, entre ellas las de Marina Castaño y Adriana Abascal.

Este fin de semana ha destacado por la gran cantidad de bodas celebradas, entre ellas las de Marina Castaño y Adriana Abascal.
Marina Castaño y Adriana Abascal, casadas | Cordon Press/Twitter

Este ha sido un fin de semana marcado por dos bodas. Por un lado, la de Marina Castaño, que ha contraído matrimonio con su novio, el doctor Enrique Puras, con el que mantenía una relación desde hacia dos años. Y por otro el de la mejicana Adriana Abascal, exmujer de Juan Villalonga, con el empresario francés Emmanuel Schreder.

La que fuera viuda del Premio Nobel Camilo José Cela eligió su casa a las afueras de Madrid para celebrar su enlace, el mismo día que lo hizo con aquél, quince años antes. La propia Marina comentó que fue una pura y simple casualidad.

La novia lució un traje blanco con cola, adornado con un corsé en el talle, atado por la parte de atrás con una cintas. El pelo, como es habitual en ella, en una melena adornada por unas cintas en forma de turbante que no le cubría la cabeza entera. Mientras, el novio optó por el clásico traje azul marino.

Al enlace acudieron los hijos de los contrayentes. Laura, hija de la novia y que acudió con su marido, se convertirá en madre en el mes de septiembre, ya que dará a luz a su primer hijo.

Al enlace acudieron alrededor de 150 invitados, entre los que se encontraban Carlos Falcó, marques de Griñón, que coincidió con su exmujer, Fátima de la Cierva, y pese a estar divorciados estuvieron toda la noche juntos ya que mantienen una excelente relación. También estuvieron Santiago Ybarra, acompañado por su esposa Mercedes, así como Mar Flores, guapísima de rojo, con su marido el empresario Javier Merino. Isabel Tocino, Josemi Rodríguez-Sieiro, Koki Font, Fiona Ferrer, los marqueses de La Buena Esperanza, Alberto Elzaburu acompañado de su esposa Lula, que a su vez es marquesa de La Esperanza, Irene Villa y su esposo, fueron otros invitados al evento.

Tanto la ceremonia como la cena se celebraron en el jardín, y consistió de primero en una ensalada de perdiz a la mostaza, seguido de una merluza con salsa de boletus, para terminar con una tarta de limón y milhojas de mascarpone.

La novia, que estuvo en todo momento pendiente de que todo saliera perfecto, tiró el ramo diseñado por Francis López Yanes a sus amigas solteras. Estaba compuesto por gypsophilas blancas, traídas desde Colombia, un ramo similar al que llevó su hija Laura que ejerció de dama de honor.

Después, baile hasta bien entrada la madrugada.

No ha sido la única boda que se ha celebrado durante el pasado fin de semana. Adriana Abascal eligió para la suya la isla de Ibiza, concretamente una finca cerca del pueblo de Santa Gertrudis sometida a fuertes medidas de seguridad (es lo que tienen las exclusivas).

La novia lució un modelo del diseñador Lorenzo Caprile, en tono claro y bordados con pedrería, con la cabeza adornada con una gran flor blanca. Según todos los que acudieron, estaba realmente guapa.

Alrededor de 280 invitados se trasladaron desde Estados Unidos, Suiza y Francia, para asistir al enlace. Por parte española destacó la modelo Eugenia Silva, que asistió con Alfonso de Borbón, ya que después de romper su relación hace unos años han vuelto a retomarla. Boris Izaguirre, el diseñador Ángel Schlesser,el interiorista Luis Galliusi (gran amigo de la novia), y Benito Suárez, acompañado de su esposa Lola, también estuvieron presentes. "Una pena que no se haya podido poner la diadema de coral que se le había diseñado para la ocasión, al no pegar mucho ni con su traje ni con el tipo de boda" comentó este último. Nati Abascal llamó mucho la atención, al elegir un vestido como de gasa muy fina, más propio para a ir a la playa y ponerlo encima del bañador que para una boda, porque no solo se transparentaban las piernas sino que se veía la ropa interior. Totalmente impropio para una señora de su edad.

El menú consistió en un gazpacho con pétalos de flores, seguido de un solomillo con verduritas salteadas, y de postre tarta de chocolate, todo regado con caldos españoles y champagne francés. Después de eso, baile con mariachis y rancheras. Una boda, según me comentan, muy divertida.

Enhorabuena a todos y que duren.

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