La Navidad no es sinónimo de felicidad para todo el mundo, y si no que se lo pregunten a Ortega Cano, para quien las del año 2013 han sido las más amargas de su vida. A pesar de intentar desesperadamente no ingresar en prisión, la realidad es mucho más cruda y todo apunta que en pocos días no le va a quedar otro remedio que verse entre rejas, y coincidir en la misma situación que su hijo José Fernando.
El diestro pasó la Nochebuena con su novia y el hijo de ambos, el pequeño José María, y su hija Gloria Camila. Nada que ver con la duquesa de Alba, que por fin y como es habitual en ella, logró reunir a todos sus hijos y gran parte de sus nietos en el Palacio de Liria, el pasado 24. Atrás quedaron los problemas con su hijo Jacobo, que por cuestiones de herencia se distanció tanto de su madre que ni siquiera asistió a su boda con Alfonso Díez. Durante dos años, el conde de Siruela y su esposa fueron los grandes ausentes, pero al día de hoy, ese hecho ya es historia.
Tampoco han sido tan tristes, pese a los problemas familiares, las fiestas de Kiko Rivera, ya que ha podido tener al pequeño Francisco, con él y ambos lo han pasado en la finca "La Cantora", junto a su madre , Isabel Pantoja. La relación entre madre e hijo aparentemente es buena, y así la artista habría podido disfrutar de su nieto en estas fechas tan señaladas.
Por su parte Chabelita, a pesar de las desavenencias con su madre, también asistió a la fiesta, aunque por el contrario quien sí faltó fue su novio, ya que Alberto Isla en Nochebuena cenó con su madre. Lo que se desconoce es si Pantoja hubiera sentado esa noche a su mesa al futuro padre de la criatura, después de las lindezas que dijo de él el hermano mayor de su novia en un programa de televisión, tachándole, entre otras muchas cosas, de mujeriego y de no buscar trabajo. Una noche, en la que aparentemente, todo fue tranquilo y en buena armonía. Ya se sabe que después de la tormenta, llega la calma... lo que se desconoce es por cuanto tiempo.
Otra de las incógnitas que me planteo es lo que le ocurrió a la princesa Letizia para no permanecer en la cena de cumpleaños de su cuñada, la Infanta Elena, hecho que según parece se repitió en la cena de Nochebuena. ¿Será posible?