La pareja formada por Sara Carbonero e Iker Casillas ya está en casa, con su bebé, y según me comentan fuentes cercanas, no pueden estar más encantados. No tuvieron ningún problema en posar a la salida de la clínica, sus caras lo decían todo. Estuvieron en todo momento sonrientes y comentaron lo bien que había transcurrido todo. La periodista no podía estar más guapa, y no paró de mirar a su hijo recién nacido y a Iker. Fueron unos instantes muy entrañables.
Nada que ver con esas salidas absurdas de Penélope Cruz, custodiada por Javier Bardem, que lejos de parase un segundo, tenían todo preparado con un coche en la puerta de la clínica para así evitar cualquier instantánea. Las comparaciones son odiosas, pero hay personajes que ese calificativo se lo tienen ganado a pulso.
Todo lo contrario que Iker, que atendió a todo el que se acercó a él en la misma clínica, y no paró de agradecerlo y hacerse fotos con todos los que se lo pidieron.
Sara, según parece, se está recuperando perfectamente de la cesárea a la que tuvo que ser sometida, ya que Martín pesó casi 4 Kg. Los padres comentan lo bueno que es y lo bien que come y duerme. Toda una suerte.
Al feliz padre, al día siguiente de nacer su hijo, le faltó tiempo para inscribirle en el Real Madrid, de manera que la criatura ya es socio del equipo en que su padre es portero, y por supuesto, considerado como uno de los mejores del mundo.
El 3 de Enero, día de su llegada al mundo, será una fecha mágica para los recientes padres, que ya están disfrutando de su retoño. Felicidades.